HISTORIAS
Un joven de Málaga vende sardinas en Senegal y, décadas después, así le sorprende la vida: "Giro inesperado"
El emprendedor malagueño Curro Rodríguez, CEO de Ly Company, explica el duro camino que ha recorrido, arruinándose en hasta tres ocasiones, hasta obtener el éxito del que goza actualmente
Málaga - Publicado el - Actualizado
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Hablar de Curro Rodríguez es hablar de un empresario de gran relevancia e importancia, ya que es el CEO de la empresa Ly Company, una de las cinco multinacionales con más crecimiento de Europa que se dedica a envasar agua en brik con presencia en más de 40 países. Pero no todo ha sido éxito y bonanza en la vida empresarial de Curro Rodríguez.
Nunca se ha cansado de emprender, a pesar de caer arruinado en hasta tres ocasiones, teniendo incluso que pedir cheques de alimentos y añadir agua a la leche para poder comer él y su familia. La insistencia del malagueño Curro Rodríguez ha tenido su premio y su historia es digna de contarse, como así ha hecho en los micrófonos de COPE Málaga.
Nacido hace cincuenta años en el barrio del Molinillo, en Málaga capital, Curro Rodríguez ha hecho de todo y su carácter emprendedor le ha llevado a criar y vender caracoles, cocer mejillones, vender fundas para las colchonetas de las hamacas de la playa, cortar y envasar pescado que traía de Marruecos y también ha trabajado más de 20 años en emergencias del 061.
Pero hay muchas otras labores en las que se ha visto inmerso este malagueño: “Me paseaba vendiendo sardinas en Ghana, Togo, Nigeria o Senegal. Cruzando de Mauritania a Senegal llegó un coche de la ONU a recogerme porque la sardina era un producto que compraba el gobierno, por lo que me obligaron, entre comillas, a acudir a la cita. Me dieron una metralleta y me dijeron que no me preocupase, que no iba a pasar nada, pero si pasa solamente aprieta el gatillo. Todavía noto el peso y el frío del arma ahí en las piernas y yo acojonado perdido”, comenta.
EL ORIGEN DE LY COMPANY
Curro Rodríguez, CEO de Ly Company, afortunadamente ya no pasa apuros y es uno de los empresarios más importantes del país. La idea de esta empresa surgió tras darse cuenta de que si bien es cierto que el plástico es el mejor material que existe, no es menos cierto que se fabrica muchísimo más plástico al día del que se puede gestionar, además de no ser un material sostenible.
Fue entonces cuando pensó en el producto que más se vende en el mundo, el plástico, y el que más crece, el agua envasada. “Mi idea fue la de minimizar un poco el impacto climático con un envase que fuera menos malo y con un agua que fuera más buena, eso fue el reto. Decir, oye, vamos a inventar una analítica perfecta de agua y vamos a envasarla en un envase que no sea tan malo, sobre todo cuando exportas, que así mandas un 80 o 90% menos de plástico”, apunta.
Los inicios, como pasa en casi cualquier tipo de negocio al arranque, no fueron fáciles, pero de repente la vida de Curro Rodríguez dio un giro inesperado y su empresa se hizo un referente absoluto en el agua envasada: “Llegó una empresa y nos puso en 10 millones de manos y esto hizo un efecto rebote, ahora mismo tenemos más de 250 cadenas de hoteles que nos compran, algunas, a nivel global, tenemos la Global Taste Award, que es el premio de calidad y de sabor, que es la primera vez que se da en agua. Y luego Financial Times nos pone este año como la empresa 33 de Europa en crecimiento, la siguiente andaluza está en el puesto 870 y la siguiente española en el puesto 380”, destaca.
SU CRÍTICA A LA LENTA BUROCRACIA
El CEO de Ly Company está actualmente inmerso en numerosos proyectos público-privados y destaca que siempre se encuentra un muro con las administraciones debido a la burocracia tan compleja y lenta que existe. Curro Rodríguex explica en COPE Málaga un ejemplo: “Estamos promoviendo un centro de de reciclaje en la zona de Torre del Mar y Vélez y el último recurso que hicimos tardó nueve meses en contestarnos. Nueve meses. ¿Tú crees que puedes tener a un grupo de empresarios, de inversión, esperando para que te contesten y tarden nueve meses y encima tengas que tener la sensación de que estás de pedigüeño, de que cuidado, vamos a llevarnos bien con este delegado, vamos a llevarnos bien con este o con el otro”, comenta.
Curro Rodríguez se lamenta de estos problemas que siempre encuentra entre proyectos, inversión o burocracia. O como él dice, la burrocracia. “Hay una burrocracia, que es hacer difícil lo fácil por medio de lo inútil. Y hemos llegado a tal punto de burocracia e inutilidad en cualquier documento administrativo que no te creas que depende necesariamente de los políticos. Y con esto no es que los defiendan, ni mucho menos. Es simplemente que estamos súper burocratizados. No hay forma de mover algo ni de traer una inversión”, apunta.