Suplementos nutricionales: ¿Son realmente necesarios fuera del deporte de competición?

Estamos acostumbrados, y nos parece normal, al uso de suplementos nutricionales de distinto tipo por los deportistas de élite, las llamadas ayudas ergogénicas, destinadas a aumentar la resistencia, la fuerza, o el rendimiento de cara a una competición. ¿Pero está justificado y realmente merece la pena el uso de suplementos en el resto de la población, en las personas que no son deportistas profesionales?

Esta pregunta se plantea porque la Fundación Mapfre ha publicado un estudio en el que recoge que el 70% de la población española toma de forma habitual algún tipo de suplemento alimenticio. El doctor Vicente De la Varga, traumatólogo y experto en cirugía ortopédica desde su clínica CAMDE de Málaga, considerado uno de los 50 mejores médicos privados de España por Top Doctors, explica en COPE Málaga cuando es necesario tomar estos suplementos: "Sí, que merece la pena usar suplementos nutricionales, aun no siendo un deportista de competición, pero no de la forma en la que se están empleando actualmente".

ESTUDIOS

Actualmente en personas menores de 45 años el 20% de la población, sobre todo hombres, toman diariamente algún tipo de suplemento para aumentar su energía o su fuerza, en forma de barritas o batidos hiperproteicos o bien geles y bebidas energéticas. Con una dieta equilibrada no son necesarios. De igual forma, en ese rango de edad, cerca del 15% de la población, sobre todo mujeres, ingiere de forma habitual suplementos para perder peso en forma de barritas o batidos para sustituir una o varias comidas. Bastaría con seguir una dieta equilibrada y reducir el tamaño de las raciones para conseguir el mismo efecto. Lo que pasa es que es más cómodo recurrir a una barrita o a un batido antes que pensar en lo que comemos y cocinarlo, aunque salga mucho más caro y la calidad de los nutrientes que ingiramos sea infinitamente peor.

En estos casos, más que suplementos nutricionales se emplean complementos dietéticos para complementar o modificar la dieta con un objetivo concreto, ya sea ganar musculatura o perder peso. Con los suplementos nutricionales se pretenden objetivos distintos como mejorar la calidad de vida, que se traduce en disminuir el dolor o mejorar o al menos facilitar distintas funciones vitales. De alguna forma pretendemos detener el paso del tiempo.

La pócima de la eterna juventud, no para vivir más años sino para vivirlos mejor, se basaría en una triada. Una dieta alta en proteínas, baja en hidratos de carbono y rica en ácidos grasos saludables, realizar ejercicio moderado diario, con 45 minutos diarios combinando fuerza y resistencia sería bastante, y finalmente descansar lo suficiente, que con 7 horas de sueño vamos bien servidos. Los suplementos nutricionales serían la especia, la guinda del conjunto. No son imprescindibles, pero si están, hacen que se viva mejor.

Por lo tanto, la respuesta es que sí, merece la pena tomar suplementos nutricionales que mejoren nuestra calidad de vida. Ahora bien, es mucha la oferta y muchos parecen ser mágicos por los beneficios potenciales que ofrecen, y realmente son pocos los suplementos que tienen una eficacia probada. No hay ningún suplemento que cure ninguna enfermedad, ni que reponga el vigor sexual o las ganas de vivir, eso lo hacen los medicamentos. Existe una imagen equivocada de los suplementos por el exceso de publicidad, como si fueran sustitutivos de una alimentación sana o incluso se confunden con medicamentos naturales para prevenir o tratar algunas enfermedades. Pero en ningún caso, sustituyen a los fármacos, y es aconsejable consultar con un especialista antes de su ingesta.

SUPLEMENTOS NUTRICIONALES ADECUADOS

Desde CAMDE, y dejando muy claro que nos referimos a personas sanas que no necesiten suplementación específica por alguna enfermedad o deficiencia, y que se supervise siempre por su médico o nutricionista, la suplementación que recomendamos para tener una mejor calidad de vida, sobre todo a partir de los 40 años que es cuando empiezan las goteras, sería la siguiente:

Lo básico imprescindible sería:

1. Un complejo multivitamínico básico, específico para cada edad para cubrir cualquier tipo de carencia en nuestra dieta

2. Omega 3, pues con la dieta no se suelen alcanzar los niveles mínimos diarios, y es muy importante para el sistema cardiovascular y para prevenir la arterioesclerosis, que es la principal causa de muerte.

Y según en qué situaciones se ampliaría con:

3. Vitamina D que es muy importante para el hueso y el corazón. Es recomendable tomarlo en invierno y se puede parar en verano si tomamos el sol.

4. Si tendemos a refriarnos o sentirnos cansados o débiles Vitamina C liposomada que además de fortalecer nuestro sistema inmunitario favorece la absorción del hierro y combate así la anemia y la absorción del colágeno, que mejora la piel y las articulaciones.

5. Para ayudar a los desarreglos hormonales, la Maca amarilla en la mujer reduce los síntomas menstruales y menopaúsicos, y en el hombre la Maca negra favorece la erección al mejorar la circulación sanguínea.

6. Para disminuir los dolores articulares debidos a la artrosis, la Cúrcuma tiene un efecto antinflamatorio natural y los precursores del cartílago: glucosamina, condroitina, ácido hialurónico y colágeno favorecen la regeneración articular

7. Finalmente, para facilitar el sueño y el descanso la Melatonina podría sernos de gran ayuda.