Cinco meses de gestación y un peso de apenas medio kilo: la historia de Einar, un bebé prematuro

La historia del día la protagoniza Einar. Es un niño de casi dos años que llegó al mundo con solo cinco meses, apenas pesó 576 gramos al nacer. Su madre se llama Estíbaliz Bueno y este martes, 17 de noviembre, en el Día Mundial del Niño Prematuro, ha contado su experiencia en COPE MÁS Málaga.

Estíbaliz dio a luz después de solo cinco meses de embarazo y, a partir de ahí, su vida cambió para siempre. Cuenta que en aquellos primeros momentos pasó “muchísimo miedo” por su vida y la de su hijo y una enorme “incertidumbre por qué pasaría” porque el futuro de su hijo resultaba incierto incluso para los médicos.

LA INCERTIDUMBRE DE UNA MADRE

Estíbaliz pasó un mes ingresada en el hospital, pero su bebé se quedó y estuvo, en total, 137 días hospitalizado, casi cinco meses. Fueron meses de mucha preocupación por saber qué iba a pasar, cómo iba a evolucionar la salud de Einar. Tuvo muchos problemas, porque (además de los problemas de pulmón que todavía hoy arrastra), sufrió una sepsis que los médicos pensaron que no superaría.

Afortunadamente, todo dio un giro: “Él a día de hoy está muy bien neurologicamente, de hecho todos los médicos están muy sorprendidos de los avances que ha ido haciendo”. Es más, Einar está “empezando a andar y a decir sus primeras sílabas” y salvo la “retinopatía del prematuro que todavía está en revisión, de lo demás tiene el alta”, celebra su madre.

400 NACIMIENTOS PREMATUROS CADA AÑO

Como Einar, el trece por ciento de los niños que nacen en el Materno son prematuros, nacen antes de las 37 semanas de gestación. En lo que llevamos de 2020 han nacido allí más de 400 bebés prematuros. El Materno es uno de los tres centros sanitarios españoles que atiende cada año a más recién nacidos que pesan menos de un kilo y medio.

Con ellos trabajan profesionales como Isabel Mora, la supervisora de la Unidad de Neonatología del Hospital Regional de Málaga. Nos ha contado cómo vivieron allí los primeros momentos de la pandemia: “Es verdad que condicionó nuestra relación con los recién nacidos porque temíamos por ellos, no por nosotros, sino que temíamos contagiarlos a ellos”.

Mora explica que no hizo falta mucho tiempo “para entender que, tomando las medidas adecuadas de prevención, los teníamos perfectamente protegidos a ellos”.

UN TRABAJO QUE NO PERMITE DESCONECTAR

Isabel ha contado en COPE MÁS Málaga que, cuando se trabaja con niños tan pequeños y tan frágiles, es imposible desconectar al volver a casa: “La realidad es que todos los profesionales que estamos implicados en los cuidados al inicio de la vida, como me gusta llamarlos... nos implicamos tanto que seguimos dándole vueltas a ese niño que nos hemos dejado en la unidad y a su familia”.

“Todos los niños tienen una historia que te llega al alma, pero ese niño que te dejas en estado crítico, cuando te has ido sin que te guste algo [de su evolución clínica]... ese te lo llevas a casa”, admite la supervisora de la Unidad de Neonatología.

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