La Costa del Sol pide responsabilidad para no dañar la reputación del destino turístico

A raíz de la pandemia, en los últimos meses, Málaga ha sido noticia a nivel nacional, incluso internacional, por historias como la de un DJ escupiendo alcohol al público en una fiesta, una fiesta privada en un chiringuito con 300 personas o el reciente desalojo de una fiesta en un chalé de Marbella con 40 influencers.

Ahora, desde la Diputación de Málaga lanzan un aviso: todo acto tiene sus consecuencias. Y en este caso, las consecuencias son económicas... y negativas. Según un estudio de la Diputación, la noticia del DJ que se hizo viral, solo en los diez días posteriores a su difusión provocó que mil personas decidieran no venir a la Costa del Sol, con unas pérdidas económicas de 700.000 euros, entre ingresos directos e indirectos.

Datos que se desprenden de un análisis realizado por el departamento de marketing turístico de Turismo Costa del Sol, a través de las herramientas de Big Data, sobre la noticia del DJ. La noticia, sólo en redes sociales y en los más de 60 medios digitales de todo el mundo que salió, obtuvo 191 millones de impresiones en apenas diez días. Si se quisiera contratar una campaña publicitaria parecida, con esas impresiones, habría costado más de 164.000 euros aunque no se habría conseguido borrar el daño en la reputación.

EMBAJADORES DE MÁLAGA

Por ese motivo, la Diputación de Málaga lanza una campaña de concienciación con el lema ‘Sé responsable. Nuestra provincia depende de ti’.

El presidente de la Diputación Provincial, Francisco Salado, explica en COPE MÁS Málaga que el objetivo de esta campaña es “mover conciencias en los malagueños de que ellos son embajadores de su tierra”.

“Cualquier hecho, cualquier acción imprudente, aunque sea inconsciente... en este mundo globalizado de redes digitales donde rápidamente se extienden las noticias, las imágenes, cualquier vídeo que se haga con el teléfono móvil... puede crear un perjuicio irreparable”, advierte Salado.

FENÓMENOS VIRALES

Uno de los mensajes del vídeo de esta campaña es que “Todo acto tiene su consecuencia”, acompañado de imágenes de un hospital, de restaurantes cerrados, del cierre de la persiana de un comercio y de una cola de personas en una oficina de empleo. Además, se hace referencia a la importancia del sector turístico y, por ello, el eje central de la campaña es apelar a la responsabilidad de cada uno para evitar actos irresponsables -como los tres a los que se hace referencia- que dañan la imagen de la Costa del Sol.

“Con esta iniciativa innovadora, diferente y rompedora de llamada a la responsabilidad queremos sacudir conciencias y hacer pedagogía. Queremos convencer a todos de la importancia del turismo para Málaga y, por qué no, también para Andalucía y España. Y queremos defender al sector turístico de los injustos ataques políticos que ha recibido y que la gente sea consciente de que todos somos embajadores de nuestro destino”, asegura el presidente de la Diputación, que pone cifras sobre la mesa.

La industria turística es el motor de la provincia de Málaga y de Andalucía del que dependen 117.000 familias y 16.000 empresas de la provincia y que repercute sobre otros sectores como el comercio, la construcción o la industria agroalimentaria. “Si Turismo Costa del Sol fuera una empresa, con sus 14.400 millones de ingresos, en 2019 habría sido, de largo, la mayor empresa de Andalucía”, ha indicado.

EL SECTOR MÁS GOLPEADO POR LA PANDEMIA

Y ha lamentado que, pese a la relevancia y el peso del turismo y pese a que ha sido probablemente el sector más golpeado por la pandemia, no ha recibido un apoyo tan decidido ni contundente como merecería, ya que es la principal industria de nuestro país, en la que España es líder mundial.

“Como cualquier otro destino turístico o marca, vivimos de nuestra reputación. La Costa del Sol vende calidad, buenos servicios, seguridad, estabilidad. Es el destino perfecto porque puede atender las expectativas, sueños y deseos de cualquiera de sus visitantes. Pero su imagen y su reputación dependen de todos. No sólo de los hoteles, restaurantes, agencias y complejos de ocio, de sus empresas y de sus trabajadores. Todos los malagueños somos embajadores de nuestro destino y su reputación está en nuestras manos”, apunta Francisco Salado.

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