La iglesia de los Santos Mártires recupera su aspecto histórico original del S.XVIII tras dos años de obras

Finalizan las obras de rehabilitación de la iglesia de los Santos Mártires en el centro de Málaga. Unas actuaciones que se han centrado en frenar y reparar el estado de deterioro que presentaba el edificio en sus muros y suelos, debido a la humedad. Los trabajos han durado dos años y han contado con una inversión de casi dos millones de euros.

ACTUACIONES ACOMETIDAS

El objetivo de las actuaciones realizadas ha sido frenar y reparar el estado de deterioro que presentaba el edificio en sus muros y suelos, afectados por la humedad, que deterioraba, a su vez, los revestimientos y acabados, la instalación de electricidad y la megafonía del templo. Se han corregido y reparado, así, los desperfectos que desvirtúan el carácter del edificio y su construcción.

Para acabar con las humedades del suelo y de las paredes se ha creado bajo el suelo una cámara ventilada y un zócalo de mármol en el perímetro de todos los muros interiores conectado con esa cámara del suelo, lo que permite una buena transpiración gracias a las rejillas en el exterior que favorecen una circulación de aire de forma natural.

En la excavación arqueológica, se documentaron y limpiaron las criptas de la iglesia, vaciándolas y desescombrándolas. También se ha favorecido su ventilación conectándose a esa cámara de aire del subsuelo. Esta actuación permite eliminar también la humedad de condensación que se producía en el interior de esas criptas y que afectaban a la solería y revestimientos del templo.

Por otro lado, el estudio paramental llevado a cabo de los elementos de la iglesia, como pilastras, muros, accesos o suelos, ha permitido dar cronología a las distintas obras que han modificado la edificación desde sus orígenes hasta la actualidad.

En la rehabilitación de los revestimientos se ha utilizado mortero de cal tradicional, previa eliminación de todos los morteros de cemento utilizados en distintas intervenciones del siglo XIX. Igualmente, se han reparado todas las molduras afectadas mediante el empleo de terrajas in situ, a la manera tradicional, descartando cualquier moldura realizada con molde de forma industrial.

La solería instalada, de baldosas de mármol blanco con encintado perimetral en mármol rojo, crea una alfombra central de mármoles polícromos que respeta la disposición del suelo del Presbiterio que se realizó en el siglo XVIII, así como en las distintas capillas.

Puertas de madera, rejas y elementos decorativos (como molduras, rocallas, pinjantes, dorados o altos relieves) han sido reparados, consolidados y limpiados para recuperar su lustre original, en muchas ocasiones eliminando capas de pintura y elementos de reparación instalados en las intervenciones anteriores. Gracias a esta intervención concreta, se ha conseguido recuperar el aspecto histórico original, documentada gráficamente en el archivo de Juan Temboury en fotografías tomadas en 1931.

Otra de las actuaciones urgentes era la reparación de la instalación eléctrica, para ajustarla al cumplimiento de la normativa vigente, incluyendo video vigilancia y megafonía, y la instalación de una nueva iluminación LED que potencie los elementos artísticos y litúrgicos de la iglesia.

Durante la presentación de las obras, el obispo de Málaga, don Jesús Catalá ha recordado que la Iglesia de Los Mártires está abierta a todo el mundo: “Lo ofrecemos, no solo a la feligresía, también a todo aquel que quiera visitar esta hermosa obra tan histórica y preciosa”.

La iglesia retomará su actividad pastoral a partir del 22 de abril, día en el que se celebrará una solemne misa presidida por el obispo, Jesús Catalá.

El arquitecto responsable de la rehabilitación, Pablo Pastor, muestra los detalles al obispo de Málaga, Jesús Catalá

INVERSIÓN

De los casi dos millones invertidos en la rehabilitación, el Ayuntamiento de Málaga ha aportado novecientos mil. A esto hay que añadir los 45.000 euros que ha sumado la Fundación Málaga para la restauración del conjunto pictórico del templo.

EL TEMPLO

La iglesia de los Santos Mártires, erigida en 1491 como lugar de culto de los santos Ciriaco y Paula, patronos de la ciudad de Málaga, fue ordenada construir por la reina Isabel la Católica a su muerte, que dejó destinado en su testamento 100.000 maravedíes para su construcción. Fueron sucesivas las ampliaciones y modificaciones. No sería hasta 1519 cuando se inició la construcción de la Capilla Mayor y de la Sacristía por obra del alarife Juan Rodríguez, y es en el siglo XVIII cuando la iglesia adquiere su actual configuración. A partir de entonces, se suceden ampliaciones, transformaciones y refuerzos que, si bien eran necesarios, han dañado la estructura y el patrimonio histórico del edificio de diferentes formas.