Anabel Alonso ataca a José Manuel Soto y este responde: “Gracias Benigna”

Anabel Alonso y José Manuel Soto. Ambos artistas. La una actriz, el otro cantante. Los dos asiduos a Twitter, donde no dudan en expresar sus ideologías políticas y sus opiniones ante todo lo que está ocurriendo de uno u otro extremo.

Gracias a esto, nos han dejado un momento divertido, con varios comentarios llenos de ironía y mucha guasa sevillana.

Todo comenzaba con un hilo en la citada red social, donde el cantante sevillano, José Manuel Soto, señalaba que “si Marlaska no dimite ni es cesado hoy es el fin de nuestra joven democracia, así de simple”.

“La base de un Estado de Derecho es la separación de poderes”, continuaba Soto, al tiempo que recordaba que “cuando un Gobierno se la salta y se interfiere en una investigación judicial para protegerse de una posible imputación está poniendo en riesgo la democracia, eso es exactamente lo q ha hecho Marlaska".

Para el sevillano “si se da por buena dicha injerencia aceptamos que no hay separación de poderes y por lo tanto no hay democracia”.

EL ATAQUE DE ANABEL ALONSO A JOSÉ MANUEL SOTO: "LUÍS, SE FUERTE"

Tras ver su mensaje, la actriz vasca, con mucha ironía ha retuiteado a Soto y le ha contestado con una escueto “Luis, sé fuerte. Perdón, Jose”, en una clara alusión al famosísimo sms enviado por Mariano Rajoy a Luis Bárcenas en 2013, después de que salieran a la luz los sobresueldos de los cargos del PP y en el que el presidente del PP consolaba al extesorero del partido diciéndole: "Luis. Lo entiendo. Sé fuerte. Mañana te llamaré. Un abrazo", mientras Barcenas lamentaba vía sms que el partido le diera la espalda tras la publicación de los 'papeles de Bárcenas'.

LA RESPUESTA DE SOTO, CARGADA DE GUASA SEVILLANA

Sin embargo, José Manuel Soto, lejos de achantarse, ha tirado de guasa sevillana y le ha respondido “gracias Benigna, lo mismo te digo, aguanta, te sacaremos de ahí”, en alusión al papel de ‘Benigna Castro’ que Anabel Alonso protagonizó en la serie ‘Amar es para siempre’ emitida en A3, donde representaba a la propietaria de una pensión que, tras venderla, pasaba a convertirse una acaudalada vecina del barrio.

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