Cómo retomar la normalidad tras un episodio traumático como el de Jerez: "Siempre ayuda"

Hace solo veinticuatro horas, vivieron los momentos más angustiosos de sus vidas. Hoy los alumnos y profesores del instituto Elena García Armada de Jerez de la Frontera intentan volver a la normalidad tras el ataque de un alumno de catorce años a varios profesores y compañeros.

Ante este caso, en COPE Andalucía nos preguntamos: ¿Qué secuelas psicológicas puede dejar ser testigo de un hecho aterrador? José Antonio Martín, psicólogo de la clínica de la Universidad Loyola, nos cuenta que estas personas pueden sufrir estrés post-traumatico, que es “todo lo que ocurre en el cuerpo de una persona tras vivir un hecho aterrador”.

"Que fluyan las emociones"

Para afrontarlo, es fundamental expresar las emociones: “El miedo, la rabia o el enfado; son emociones naturales.” Los efectos que puede tener en el afectado son pérdida de memoria, insomnio o incluso depresión.

Los expertos advierten: “estos síntimas no deben durar más de tres meses, sí se alarga más en el tiempo hay que pedir ayuda a un profesional”.

En los ataques de este instituto, varios profesores también han sufrido agresiones. Por eso recomiendan: “es importante que los docentes hagan una dinámica de grupo antes de volver a clase porque serán el apoyo de sus alumnos”.

Compartir la experiencia

Estamos ante un ataque en grupo, y esto podría favorecer la recuperación emocional de víctimas y testigos: “el efecto en grupo, el efecto de compartir esa mala experiencia ayuda mucho más a la hora de expresar sentimientos y emociones.”

Todo lo que sea compartir, puede ser beneficioso. De hecho, Martín tiene un lema: “Todo lo que no se comparte, se estanca y se pudre, como si fuera el agua de un estanque”.

Nos preguntamos si una situación de estas características puede afrontarla mejor un adulto o un adolescente. Aquí entra en juego un término: “resiliencia”, o lo que es lo mismo, la capacidad que se adquiere para poder adaptarnos a los golpes de la vida.

El adolescente está formando su personalidad, y puede ser más complicado a la hora de asimilarlo. Aunque en el adulto, tendrá mucho que ver con el momento vital que esté viviendo.

La familia, clave

La recomendación para los alumnos es acudir a la familia ante un caso como este. Es normal que los chicos tengan dificultad para volver al instituto. "Ahí la familia tendrá que saber darle apoyo. Si necesita su espacio, hay que dejárselo, aunque siempre pendiente y ofreciéndole la confianza para que pueda hablar".

Pero los alumnos no son los únicos que pueden necesitar ayuda. Los profesores necesitarán apoyo individual para luego darles el apoyo a los chicos en clase. "No estaría mal que pudieran tener una dinámica de grupo entre ellos antes de volver a retomar las clases o en los primeros días, a ser posible con un profesional". En este momento, la figura del orientador será clave para recuperar la normalidad cuanto antes.

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