DÍA DE LA FIESTA NACIONAL
La insólita misión de los militares en el Día de la Fiesta Nacional protagonizado por el coronavirus
Este 12 de octubre los militares siguen trabajando contra la pandemia
Sevilla - Publicado el - Actualizado
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Este 12 de octubre se celebra un Día de la Fiesta Nacional muy diferente a todos a causa del coronavirus. No asistimos al tradicional desfile. Este año, los actos se han reducido a un acto en la plaza de la Armería del Palacio Real presidido por los reyes y sus hijas, la Princesa de Asturias y la infanta Sofía. Mientras, los militares no cesan en su empeño. Desde el pasado 14 de marzo, cuando se decretó el estado de alarma en España, no han dejado de trabajar ni un solo momento.
Los vimos dejándose la piel durante casi 100 días en una operación insólita, en la que luchaban sin descanso contra un enemigo letal del que no sabíamos nada. Durante la «Operación Balmis» los vimos desinfectando residencias de ancianos, montando hospitales o UCIS improvisadas. Se conviertieron en nuestros protectores.
PERSIGUIENDO AL CORONAVIRUS
En esta segunda ola, en Andalucía, la labor de los militares está enfocada a rastrear al virus. La Junta de Andalucía solicitó 360 militares. Todos trabajan sin descanso para que el virus no siga expandiéndose y cobrándose miles de vidas.
Además, los tres ejércitos --del Aire, de Tierra y la Armada-- imparten formación "continua" a estos rastreadores "para ir incorporando semanalmente" a todos los que "por parte del Ministerio de Defensa se han puesto a disposición" de Andalucía.
OPERACIÓN BALUARTE
En esta segunda ola, la "Operación Baluarte" es fundamental. La Unidad Militar de Emergencias fue la encargada de asumir esta Operación durante su arranque. Hoy, el Ejército de Tierra ha asumido el control. La dirección operativa se lleva a cabo en Sevilla, en Capitanía. Allí se coordina el trabajo de las 14 unidades de vigilancia epidemiológica (UVE) que hay en todas las comunidades autónomas; unos 1.200 rastreadores de los 2.000 que ha dispuesto Defensa.
En este día tan especial, no hay un minuto para el descanso. En este momento de la pandemia, ellos son quienes localizan a todos aquellos que hayan estado en contacto con ciudadanos que hayan dado positivo en las pruebas del coronavirus. Han cambiado los desinfectantes por un ordenador y una aplicación informática. Ahora trabajan mano a mano con la Consejería de Salud para rastrear los contagios que deja cada caso positivo confirmado.
SEVILLA, EPICENTRO DE OPERACIONES
La unidad de vigilancia andaluza ha desplegado a 360 rastreadores que operan desde la Brigada Guzmán el Bueno X de Córdoba, el Regimiento de Artillería de El Copero, la Brigada de la Legión en Almería y el Regimiento de Artillería de Costa RACTA 4 en Camposoto (Cádiz).
El Ejército de Tierra también dirige a los efectivos de otros ejércitos. Mientras, desde Sevilla se coordinan los trabajos de los rastreadores que aporta la Armada desde Rota (Cádiz) o el Ejército del Aire desde Morón de la Frontera (Sevilla). Precisamente en esta base de la provincia de Sevilla los miembros de la UME han ido formando a los rastreadores que ahora dedican sus jornadas a localizar a la red de contactos de cada positivo para ir acotando al virus.
CADA PASO CUENTA
La experiencia lo ha demostrado: la búsqueda de contactos es una estrategia que da muy buenos resultados en el freno del avance del coronavirus. Por eso, un amplio despliegue militar es tan importante.
Los soldados trabajan con una aplicación informática que les permite acceder a los teléfonos de los contactos de un positivo, una tarea que se complica cuando los localizados no conocen a la persona contagiada. Esto ocurre cuando se han contagiado al compartir espacios comunes con desconocidos; como un supermercado o un botellón.
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