Solo uno de cada diez jóvenes andaluces la eligen: “De las decisiones más importantes en la vida"

Ha terminado la PevAU, a la que se han enfrentado en Andalucía unos 53.000 estudiantes. Semana de nervios y de tensión para los jóvenes que ya desde hace dos años, desde que inician el bachillerato, comienzan a trazar el que será su futuro profesional.

En el caso de los que han hecho estas pruebas para decantarse por estudiar en la Universidad, los jóvenes tendrán que esperar una semana, porque está previsto que las notas se publiquen el 13 de junio.

A partir de ahí, los que hayan aprobado que serán la mayoría, porque 9 de cada 10 supera la Pevau, tendrán que hacer la preinscripción para pedir plaza en el grado que quieren estudiar.

Y sí, muchos jóvenes andaluces elige estudiar grados universitarios y en numerosas ocasiones lo hacen para después preparar oposiciones y ser funcionarios.

Los jóvenes ya no quieren ser mecánicos o electricistas

Los estudiantes andaluces prefieren mayoritariamente estudios universitarios a pesar del aumento de empleabilidad de la FP. Así lo refleja un estudio elaborado por la Cámara de Comercio, en el que se recoge que una gran parte de nuestros jóvenes sueña con ser funcionario, y de hecho lo manifiesta el 46% de los participantes en el estudio, mientras que solo un 28,2% desearía iniciar su propio negocio.

Estas conclusiones se desprenden de una encuesta que ha contado con la participación de 4.129 estudiantes con edades comprendidas entre los 15 y los 18 años.

Ramón Bullón, Director de Innovación y Desarrollo de la Cámara de Comercio de Sevilla, explica que los jóvenes buscan “una salida laboral más tranquila como ellos dicen y garantizando un salario para toda la vida”.

Otro dato destacado es que solo uno de cada diez jóvenes elige como salida laboral la FP. El dato, según Ramón Bullón es matizable.

El estudio se ha realizado durante el curso “y una cosa es lo que el alumno quiera hacer y otra cosa es lo que luego pueda”. Es decir, que esas personas que visualizan la universidad saben que luego “con el tema de las notas de corte, no pueden acceder al grado y derivan a la formación profesional”.

En cuanto a las condiciones laborales, los jóvenes marcan especialmente una línea roja: focalizan el primer factor de exigencia en el tema de “la conciliación de la vida personal y la vida profesional incluso unas décimas por encima del factor salario”.

Aunque muchos chicos han demostrado tener las ideas muy claras, en otros casos “muchas de sus informaciones son erróneas”, por eso Ramón Bullón explica que hace falta un buen proceso de orientación, para su proceso de elección, para que esa orientación “sea lo más cercana posible a la realidad para evitar el 20 por ciento de abandono de estudios” que se produce entre los estudiantes.

Al final, estamos ante “una de las cuatro o cinco decisiones más importantes en la vida”.

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