Un arrocero de Sevilla, sobre la realidad que sufre su sector con la sequía: “Un desierto”
Santiago es hijo y nieto de arroceros en el pueblo de Isla Mayor, la cuna del arroz en Sevilla
Sevilla - Publicado el - Actualizado
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Amanece un nuevo día. Santiago mira los tonos rosáceos del horizonte, donde empiezan a aparecer los primeros rayos del sol. Sí, otra vez sol. Ni una nube en el cielo. Ni rastro de la posibilidad de que llegue una borrasca. Y así un día tras otro desde hace demasiado tiempo.
La situación es tan delicada que ya empiezan a prepararse para lo peor. Y lo peor es que otra vez en este 2024, en Isla Mayor, no se pueda sembrar arroz.
Es lo que ocurrió en 2023, cuando los pantanos que abastecen al sector agrícola estaban al 21 por ciento de su capacidad y no se pudo conceder dotación de agua suficiente para la siembra. A día de hoy, están al 19 por ciento.
En la localidad sevillana de Isla Mayor, en un mes se tendrían que estar preparando las tierras, para empezar a sembrar en el mes de mayo y recoger la cosecha entre septiembre y octubre.
Pero la sequía dibuja un panorama complicado. Si la lluvia no llega, en 2024 los agricultores tampoco podrán sembrar. Santiago tiene 52 años. Vive desde siempre en Isla Mayor. Es hijo y nieto de arroceros y ve el futuro muy complicado.
Solo tiene un deseo, “volver a lo de siempre, a la normalidad, pero cada día lo veo más difícil”. De hecho, reconoce que ya no piensa en “decirle a mis hijos, oye, que podéis tener aquí un futuro, ya cada vez veo menos el futuro que teníamos en esta zona”.
Porque no es solo el arroz, es la industria auxiliar, los talleres, los restaurantes, “pero es que está cerrando todo”.
Por eso agricultores como Santiago esperan cada día un pequeño milagro y revisan las previsiones y los mapas del tiempo.
Muchos intentan reconvertir sus tierras, pero en Isla Mayor hay pocas posibilidades para la siembra. Incluso podrían plantearse tirar la toalla, pero el arroz es su vida, no se han dedicado a otra cosa. Por eso insisten en que “la esperanza es lo último que se pierde”, pero cada año que pasa, “lo ves todo más negro, ya no hay ni pájaros, esto es ya un desierto”.
El sector en cifras: Pérdidas millonarias cuando no hay cosecha
El sector arrocero en Sevilla genera 5.000 puestos de trabajo cuando hay cosecha. Esos contratos suponen mover más de 100 millones de euros de salarios.
Además, cuando no se puede sembrar, las consecuencias tienen un efecto cascada. Las arcas públicas dejan de recibir cerca de 40 millones de euros de impuestos.
Pero no solo eso. Este cultivo, que se desarrolla en una zona relativamente pequeña, porque ocupa 36.500 hectáreas, tira de otros sectores como son la gastronomía, el turismo, la logística o el transporte.
Los arroceros llevan cinco años muy complicados. En 2023 no hubo siembra. Pero es que en el 2022 solo se cultivó un 30 por ciento de arroz y en 2021 un 50 por ciento.
En el pueblo se respira el desánimo. Los jóvenes ya no encuentran en este cultivo un posible futuro y cada día echan el cierre nuevos negocios. En esta localidad de 5.500 habitantes han pasado de tener cinco restaurantes donde venían muchos sevillanos a disfrutar de un plato de arroz a tener solo uno, que de momento resiste a duras penas.