Son interceptados con una tonelada de naranjas en una furgoneta y alegan que es para consumo propio

Que la delincuencia no entiende de estado de alarma, de confinamiento ni de peligro de contagio por coronavirus, es algo que estamos pudiendo comprobar en estas últimas semanas.

Al igual que las excusas que, algunos amigos de los ajeno, suelen dar para intentar justificar lo injustificable son cada vez más surrealistas.

Eso parece ser que les ha ocurrido a tres varones que han sido interceptados por la Policía Local de Sevilla en uno de los controles que están estableciendo por toda la ciudad para controlar la justificación de movimientos de la población.

Dichas personas iban un una pequeña furgoneta que iba cargada con 1.000 kilos de naranjas. Al ser requeridos por los agentes para que acreditasen la procedencia de esta importante cantidad de fruta, los tres sujetos no han podido acreditarla y han alegado que era para consumo propio.

Tras realizar las pertinentes diligencias, esta tonelada de naranjas han sido depositadas en el Banco de Alimentos de Sevilla.

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