Miedo al coronavirus entre los trabajadores de Correos en Sevilla

Mientras todo el país se encuentra en estado de alarma y la población confinada en sus hogares para intentar frenar la pandemia del coronavirus, hay trabajadores, como es el caso de los de Correos, que continúan acudiendo a las diferentes oficinas y saliendo todos los días a la calle para prestar un servicio público que, según la empresa, es necesario, aún en estas circunstancias de auténtica excepcionalidad por la que atravesamos.

Pero el miedo al contagio, así como la preocupación de los propios carteros de convertirse en transmisores involuntarios del virus y que éste se extienda aún más, al tener que estar entrando en portales y domicilios durante toda la jornada, se ha instalado en toda la plantilla.

El presidente de Correos, Juan Manuel Serrano, en una comunicación interna remitida a los trabajadores reconoce que “ha habido retraso en la recepción de guantes y geles”, aunque asegura que desde este lunes pasado 16 de marzo “la red dispone” de estos elementos. La situación real, sin embargo, parece distar mucho del discurso oficial, a tenor de lo que los propios empleados señalan. De hecho, Rocío, que presta sus servicios en una de las sucursales de la provincia sevillana, nos aseguraba el pasado jueves que hasta la fecha “no ha llegado nada de nada, ni guantes, ni mascarillas, ni gel. Los de oficina también estamos en riesgo”.

Sandra es otra de esas trabajadoras de Correos de la provincia de Sevilla, de las que salen a la calle a repartir, y que nos cuenta que “la situación a día de hoy es de muchísimo miedo e impotencia” entre los empleados de la empresa pública. Y es que, como asegura, tienen que salir a la calle “sin ninguna medida de seguridad, solamente unos guantes grandes y un bote de hidroalcohol que yo mismo me proporciono”. La dirección de Correos ha enviado unos botes de este gel para desinfectar las manos pero éstos se han de quedar en las carterías, por lo que no pueden ser usados por los que tienen que salir de reparto por las calles.

Tal y como nos cuentan varios trabajadores, es cierto que desde la empresa se les han entregado guantes, pero estos sólo son de la ‘talla L’, por lo que a muchos de ellos les quedan grandes y, o no los pueden usar o se las tienen que ingeniar para poder utilizarlos. Los trabajadores también denuncian que los guantes son los normales de vinilo (blancos) y no los de nitrilo (azules), que son los que deberían de llevar para una mayor seguridad al ser mucho más resistentes.

Tampoco cuentan con mascarillas, ya que como asegura en su comunicación Juan Manuel Serrano “las mascarillas no son estrictamente necesarias”, algo que los trabajadores también lamentan. En ellos se mezcla el miedo al contagio con el temor a ser despedidos, como asegura Sandra: “si te niegas a repartir, la empresa al segundo día que te niegues te pone un despido encima de la mesa. Estamos vendidos”.

“Esta es la situación que estamos viviendo. A la calle sin mascarilla, sin ninguna otra protección y a repartir, según ellos (se refiere a la dirección de Correos) un servicio postal universal, el cual que no tiene ni pies ni cabeza”, concluye esta trabajadora de Correos.

TRABAJADORES CONTAGIADOS

Según datos de la propia compañía, hasta el pasado miércoles eran ya 40 los empleados contagiados por coronavirus y cerca de 400 los que se encuentran en cuarentena, tal y como han informado los sindicatos CC.OO. y UGT de Correos, que han considerado que las medidas preventivas adoptadas por la empresa han sido "insuficientes" para garantizar la seguridad y salud de los trabajadores de Correos frente al contagio.

Según han señalado los sindicatos, en Andalucía y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, se han contabilizado 4 contagios, mientras que 36 trabajadores de Correos están en cuarentena.

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