La parte más positiva de las lluvias en Semana Santa: "Ver la situación con más optimismo"

La semana ha comenzado con sol, un sol que hace días que no veíamos. Y aunque la lluvia nos ha dejado con una Semana Santa de procesiones suspendidas, tiene una lectura muy positiva. Los pantanos se han recuperado y la tierra por fin se ha empapado.

Para el campo sevillano se puede respirar con un poco de alivio. Y para un cultivo puntero como el arroz se puede ya empezar a hablar de que se podrá sembrar, no el 100 por cien de las hectáreas, pero sí al menos un 50 por ciento.

Así lo ha explicado Eduardo Vera, director gerente de la Federación de Arroceros de Sevilla, que cruza los dedos y espera que siga lloviendo. De momento las cosas han cambiado y ya se puede "ver la situación con más optimismo".

Según Eduardo, la tierra está mojada y "si vuelve a llover ya con las escorrentías se podrían terminar de llenar los embalses y garantizar agua para muchos cultivos, no solo para el arroz".

De momento, los arroceros están a la espera de reunirse en estos primeros días del mes de abril con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para saber cuánta agua de riego les corresponde. La siembra del arroz tendría que comenzar en el mes de mayo, aunque también se puede retrasar hasta junio si fuera necesario.

Según Eduardo, todo "lo que venga de agua será bienvenido y permitirá aumentar la superficie, ojalá que sea así", pero lo más importante es afianzar los embalses, tener garantizada la dotación de agua y que no haya cortes a lo largo de la campaña.

En cualquier caso, con la situación actual el sector ya puede ser optimista. Vienen de un 2023 en el que no hubo siembra y de un 2022 donde solo se pudo cultivar un 30 por ciento de las 36.500 hectáreas de arroz de la comarca de Isla Mayor de Sevilla.