GASTRONOMÍA
Este es el secreto para preparar un buen ‘ajo frito’, uno de los platos típicos de la cocina popular
Aquí puedes conocer cuál es el secreto para preparar un buen plato de ‘ajo frito’, uno de las comidas típicas de la cocina popular sevillana
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El ‘ajo frito’ es un plato de elaboración muy simple, pero al que hay que saber darle su punto para sacarle el máximo partido y sabor. Su origen hay que buscarlo en el campo, donde era muy popular entre los jornaleros por dos motivos fundamentales. Primero, porque en su elaboración usa productos básicos y del entorno; y, segundo, por su gran aporte calórico, muy necesario para reponer fuerzas en las labores del campo.
Este plato, que hoy en día aún se sigue haciendo en algunos pueblos de la Campiña sevillana y del Bajo Guadalquivir, tanto a nivel particular como en restaurantes, cuenta con dos ingredientes fijos y esenciales: el pan y el ajo.
Está emparentado con otros platos como el ‘ajo caliente’, el ‘ajo meneao’, el ‘ajo de espárrago’ o el ‘ajo molinero’, todos ellos llamados gazpachos calientes, puesto que además de dar la sensación de saciedad, ayudaban a entrar en calor en los días de frío.
Como te comenté anteriormente, en su elaboración se utilizan productos básicos y del entorno, de los que normalmente tenemos por casa, por lo que es un plato realmente económico.
INGREDIENTES DEL 'AJO FRITO'
Así, necesitaríamos: 100 g. de morcilla; 100 g. de chorizo; 200 g. de sofrito, el cual haremos con cebolla, pimiento verde, pimiento rojo y tomate, ésta último a ser posible de Los Palacios; 10 dientes de ajo, 100 g. de codorniz, 100 g. de espárragos verdes, 125 g. de pan del día anterior, 50 c.c. aceite de oliva virgen extra, 500 c.c. agua, pimentón y sal.
ELABORACIÓN SENCILLA
Su elaboración también es muy sencilla, por lo que es un plato ideal para aquellos que se inician en el apasionante mundo de los fogones. Comienza calentando en una sartén, preferiblemente que sea de hierro, el aceite.
Cuando éste esté bien caliente añadimos los ajos, la cebolla, los pimientos e incorporaremos por último los tomates. Es muy importante que todo esté troceado muy pequeño.
Una vez tengas listo el sofrito, añade el pimentón, la morcilla, el chorizo y la codorniz, que previamente has debido desmenuzar, para eliminar cualquier hueso que pudiese tener la carne. Por último, añade los espárragos.
Deja cocer todo hasta que esté bien hecho y, a continuación, incorpora el agua y el pan, también desmenuzado, dejando hervir unos 10 minutos aproximadamente. Intenta que el plato repose antes de emplatar.
CURIOSIDADES DE UN PLATO CONTUNDENTE
Como te indicaba al principio, este plato era muy habitual entre los jornaleros los cuales, cuando se acercaba la hora del almuerzo, tenían siempre a uno que era el más ‘cocinitas’, que se encargaba de prepararlo y tenerlo todo listo para el parón que se hacía para comer.
Es fácil imaginarnos la escena de todos esos hombres, curtidos por el sol, comiendo del mismo perol y, como es norma en el campo, con la ley de “cuchara y paso atrás” para que entre el siguiente.
Dada la contundencia del plato, es recomendable para el mediodía. De hecho, su aporte calórico supone el 15% de las calorías que un adulto puede necesitar al día. Tiene un importante aporte de proteína animal y vitaminas A y C, además de una gran cantidad de hierro gracias a la morcilla.
Sin duda alguna, un plato muy sencillo de preparar y con ese poso de tradición que siempre es importante mantener en la cocina, aún con sus innovaciones y nuevas presentaciones, para no olvidar nuestra historia, no sólo culinaria, sino también vital.
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