La visita sorpresa para llevarle un trocito de Andalucía al Papa: “Nos pilló distraídos"

El presidente de la Junta visitó un tradicional establecimiento en el centro de Sevilla

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Irene Ramos

Sevilla - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Santiago se encontraba como cada día en su pequeño negocio familiar. No es un negocio cualquiera. Es un negocio de artesanía tradicional que lleva funcionando desde 1984 en el corazón de Sevilla.

Un negocio que conocen todos los sevillanos y que se convierte en un punto de atracción irresistible para los turistas. Cuando uno se acerca, empieza a oler los productos que vende Santiago.

Y hace unos días se acercó un cliente inesperado.“No pilló distraídos”, completamente “de sopetón”. Se presentó en la tienda, dijo que “lo quería y estuvimos hablando de cuál llevarse”.

Lo cuenta Santiago Fiances. Uno de los propietarios de este pequeño negocio de algo tan tradicional y vinculado a la Semana Santa como el incienso.

Y el inesperado cliente no era otro que el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, quien venía a encargar un saco de incienso para el Papa Francisco.

Y es que de sus manos ha salido la mezcla que el presidente de la Junta, Juanma Moreno, ha llevado a su Santidad. “Es una satisfacción completa, llegar al Vaticano es lo más grande que se puede conseguir”.

Santiago Fiances continúa contando que es la “segunda vez que pisamos Roma porque el Cardenal Amigo Vallejo ya se llevó un incienso del Cristo de Burgos al Vaticano”. En esta ocasión el presidente de la Junta, Juanma Moreno, les explicó que iba a viajar a Roma y que “quería llevarle un trocito de Andalucía y un trocito de Sevilla al Papa Francisco”.

Valoramos que lo ideal era llevarle la mezcla más tradicional que hacemos, la que llamamos el incienso cofrade y que contiene “vainilla, canela, un poquito de jazmín, azahar o rosa”.

Es el incienso que esta Semana Santa ha estado en manos de su Santidad, uno de los más vendidos en este pequeño establecimiento, junto al del "Cristo de Burgos, buque insignia del negocio".

La familia Fiances continúa con una tradición que se remonta a varias generaciones: la elaboración de inciensos para la Semana Santa. Con meticulosidad y pasión, esta familia se dedica año tras año a crear las fragancias que acompañarán las procesiones y celebraciones religiosas más emblemáticas de la ciudad.

Los inciensos, conocidos por su exquisito aroma y su capacidad para crear una atmósfera de recogimiento y espiritualidad, son una parte integral de las ceremonias que marcan la Semana Santa sevillana. La familia Fiances, con más de cien años de experiencia, ha perfeccionado la técnica de elaboración de estos productos, utilizando ingredientes naturales y siguiendo recetas transmitidas de generación en generación.

Cada año, meses antes de la Semana Santa, los miembros de la familia Fiances se reúnen en su taller para comenzar el proceso de creación de los inciensos. Desde la selección de las materias primas hasta la mezcla de las fragancias, todo se realiza con un cuidado meticuloso para garantizar la calidad y autenticidad de los productos finales.

La gama de inciensos de la familia Fiances es amplia y variada, con aromas que van desde el clásico sándalo hasta la delicada flor de azahar. Cada fragancia está diseñada para evocar diferentes emociones y sensaciones, creando una experiencia olfativa única para aquellos que participan en las procesiones y para quienes simplemente disfrutan del ambiente característico de la Semana Santa sevillana.

Además de su uso en las ceremonias religiosas, los inciensos de la familia Fiances también son apreciados por su calidad en todo el mundo, atrayendo a clientes de diferentes países que buscan llevar consigo un pedazo de la tradición sevillana.

Origen del uso del incienso

Históricamente, el incienso se usaba principalmente en ceremonias curativas y religiosas. El humo, que se sabe que sube y desaparece en el cielo para apaciguar a los dioses e invocar la otra vida, se considera un regalo sagrado de la naturaleza y se considera sagrado en casi todas las culturas que usan incienso. El incienso purifica y regula el estado de ánimo para la meditación y otras prácticas religiosas.

Alrededor del año 2000 aC, el incienso se utilizó por primera vez en la antigua China. Se usa en el culto ritual, pero la evidencia de los entierros prehistóricos sugiere que se usó en el antiguo Egipto para apaciguar a sus dioses hace mil años. El antiguo texto sagrado hindú de la India, los Vedas, sugiere que el uso del incienso puede ser aún más antiguo. Sin embargo, muchas civilizaciones más antiguas, como Asiria, Babilonia y Persia, usaban incienso por razones similares.

Las rutas comerciales del Incienso

Las rutas comerciales en el Medio Oriente florecieron durante siglos gracias a la abundancia de resinas y resinas como el incienso y la mirra. Muchos de estos compuestos aromáticos son muy buscados y costosos, algunos incluso más valiosos que el oro. El comercio alcanzó su apogeo cuando el incienso viajó desde Arabia e India a Grecia y Roma. Las iglesias cristianas orientales adoptaron el incienso para la purificación ritual y la oración, y la Iglesia Católica Romana pronto hizo lo mismo. Poco después de la caída de Roma, la industria europea del incienso decayó.

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