"El futuro del pueblo": El baby boom que celebra el municipio turolense de Mirambel
El nacimiento de cuatro bebés en 2023 y los dos que se esperan en 2024 ha desatado la alegría en este municipio turolense de poco más de 100 habitantes
Teruel - Publicado el - Actualizado
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Seguramente conozcas Mirambel por estar en la lista de los pueblos más bonitos de España. De hecho, hace nada, hace un mes y pico, hablábamos con su alcaldesa sobre cómo se vivía la Navidad en uno de los pueblos más bonitos de España y también en un pueblo particularmente pequeño de nuestra provincia. Al final es un pueblo que tiene no llega a 150 habitantes. Pero ahora Mirambel es noticia por otro motivo, y ese motivo es nada más y nada menos que un boom de nacimientos.
En el año 2023 han nacido cuatro niños en Mirambel y para este 2024 está previsto que nazcan otros dos, lo que va a permitir que se pueda abrir una escuela, una guardería para de 0 a 3 años precisamente allí en Mirambel y que no tengan que moverse los padres para llevar a sus pequeños a la escuela.
De hecho, estos nacimientos están haciendo que se vuelva a plantear la posibilidad de abrir la escuela de primaria que lleva cerrada más de 20 años.
Para hablar de este fenómeno de natalidad en Mirambel hemos hablado con la alcaldesa, y una de las dos madres que esperan un bebé para este 2024, Mari Carmen Soler.
La alcaldesa se ha mostrado muy contenta porque, es el futuro del pueblo. Pero los cuatro recién nacidos no son los únicos niños o adolescentes que viven en Mirambel: "Somos muy afortunados porque ahora mismo entre el instituto y el colegio, en el transporte escolar van 12 niños, ya desde Mirambel. Supone una continuidad y, bueno, savia nueva, y futuro para el municipio".
Sobre la apertura de la guardería en el pueblo, ha querido dejar claro que no tiene en absoluto nada que ver con que vaya a ser madre: "Ya en la legislatura pasada se acabó el periodo de plenos con esa aprobación, porque ya habían cuatro niños y dos más con dos años que podían asistir a la guardería. Ya vimos que había bastantes niños para poder hacer uso de este servicio y que las instituciones. Ineludiblemente tenemos que estar ahí a disposición de nuestros ciudadanos y ofertar todos los servicios posibles para que puedan tener una conciliación familiar para que vertebre el territorio y para que pueda tener una continuidad del pueblo".
En este sentido, ha asegurado que el motivo de esta explosión de nacimientos es que se ha quedado mucha gente con raíces en el municipio, o han regresado o se han quedado a continuar su futuro y su vida en la localidad. Además, ha tenido mucho que ver el tema de las energías renovables: "Hay cuatro chicos que vinieron o han vuelto, han regresado a vivir al pueblo, después de sus estudios".
Ante la posibilidad de reabrir la escuela de primaria, que lleva cerrada más de 20 años, no lo descarta: "Eso ya no corresponde al ayuntamiento, corresponde a la decisión de la asociación. Yo estaría encantada que mi hijo estuviera en el colegio en Mirambel, porque yo también lo hice, y bueno, pues la verdad es que me parece un sitio fenomenal para aprender los grandes de los pequeños. Pero ya le digo que el ayuntamiento estará a disposición de las familias, y las familias serán las que finalmente decidan. Nosotros estamos para dar servicio y para estar a lo que ellos demanden y necesiten".
Además de hablar con la alcaldesa de Mirambel, María del Carmen Soler, hemos hablado con una de las madres, Neus Suller.
Neus tuvo un hijo en octubre. Es su segundo hijo, y tiene claro que ambos van a crecer en Mirambel: "Tenemos el trabajo aquí cerca los dos y lo que más nos ha movido a instalarnos de forma definitiva aquí en Mirambel es el que aquí hay una abuela todo el año y somos una pareja que trabajamos los dos, y sin una abuela al lado o alguien que te pueda echar una mano es prácticamente imposible, uno de los dos que tendría que dejar el trabajo. Y no queremos eso. Y entonces, pues, teniendo la posibilidad de que tenemos aquí a la abuela, pues, nos va genial".
Como madre, se ha mostrado ilusionada por la posibilidad de que se abra esa guardería en el pueblo. Ahora mismo al mayor para ello lo llevan a Cantavieja, un municipio a 13 kilómetros. Pero admite que sería una mejora por no tener que coger el coche todos los días.
Sobre vivir en un pueblo de menos de 150 habitantes, asegura que echa alguna cosa en falta pero que, en líneas generales, está encantada: "Yo es que siempre he sido mucho de pueblo. También soy de un pueblo y no he hecho nada de menos de la ciudad, la verdad. Está claro que, pues, servicios médicos y todo eso, pues, aquí está un poco más escaso, pero, bueno, no me quejo. Me gusta vivir en un pueblo".
Al tener el primer niño, ya se tuvieron que mudar porque si no tenían que buscar una persona que se hiciera cargo del pequeño, no lo veían muy adecuado.