Siete años después de la matanza de Igor el Ruso en Andorra: "Da mucha rabia..."

"Lo que ha hecho es más propio de un animal". Esto es lo que hace siete años, algunos vecinos fuera de micrófono, dijeron al enterarse de que tres de sus vecinos habían sido asesinados por Igor el Ruso. Fue una madrugada de película. Casi de cacería. Y con un final trágico. 

Diciembre de 2017. Andorra y Albalate del Arzobispo andan revueltas en las últimas horas. Estamos a 14 de diciembre. Al parecer, un ex paramilitar serbio anda suelto por la zona y está ocupando algunas casas de la zona. Como más tarde contaría el cerrajero Manuel Marcuello, residente en la zona, realmente Igor el Ruso se comportó como un animal. 

Durante el juicio contra Feher fue claro: "Llegamos con el coche allí y yo me bajé antes y fui con la linterna. Me acerqué a la puerta y escuché unos ruidos, como de hierro. Había alguien dentro. Pregunté quién había. Entonces él corrió las cortinas y salió con la pistola en la mano". 

Marcuello asegura que se quedó "quieto" y que "pensaba que era una broma todo esto... Salió vestido de militar, todo tapado". Después vino el forcejeo, los disparos y la bala que perforaría y terminaría por destrozar parte del húmero de este vecino. Pasó por tres operaciones.

Esta fue solo la primera de sus tropelías, que irían in crescendo. Perseguido por la Policía Italiana, Nobert Feher había recalado en la provincia de Teruel una semana antes. Sobrevivía como podía en las casas de campo de la zona, las cuales ocupaba. Ya llevaba dos asesinatos a sus espaldas en el país transalpino. 

Robó en varias casas para subsistir, después de deambular, fue cuando empezó a atentar contra todo aquel que se cruzase en su camino. Pero otra de las víctimas supervivientes, Manuel Andreu, de 75 años por aquel entonces, era quien conducía el coche que había acercado a su amigo Marcuello hasta la zona. Él también salvó la vida de milagro porque el tiro de Igor el Ruso le perforó el hígado. De milagro pudo volver a montar en el coche y llegar al Cuartel de la Guardia Civil donde dio la voz de alarma.

en estado de alerta

La agitación ya era máxima en la zona después de ese primer encontronazo. Lo que empezó como un 'ladronzuelo' que robaba en los 'masicos' de la zona, había pasado a mayores. Un pistolero solitario que había herido a dos vecinos de la zona de Albalate. 

Ya en ese 14 de diciembre José Luis Iranzo, ganadero, había denunciado a la benemérita que en 'El Saso', su masada, un hombre había entrado al mediodía. Junto a varios agentes de la Guardia Civil, fueron por los alrededores de Andorra buscando a este individuo. Sin éxito. 

Nada hacía presagiar que, por la noche, al llegar a su casa, Igor el Ruso le recibiría con dos disparos que acabarían con su vida esa misma noche. Su padre, escondido en el tractor, fue quien dio la voz de alarma a la Guardia Civil, que rápidamente acudió al lugar. 

Uno de los coches patrulla se desvió por un camino en el que había una pick up estacionada. Sin casi bajar del vehículo, Feher los recibió a balazos -a dos manos- abatiéndolos a los dos y rematándoles cuando se encontraban en el suelo. 

Ya de madrugada, Igor el Ruso fue encontrado en la carretera de Mirambel, medio dormido y en estado de embriaguez, en un árbol. Horas antes, había salido a toda velocidad con la pick up después de consumar su triple asesinato. Allí fue arrestado. 

SIETE AÑOS Y PREGUNTAS SIN RESPONDER

José María Alcubierre, secretario general de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA), ha recordado la figura de Iranzo en los micrófonos de COPE: "José Luis era un compañero excepcional, un hombre con una cabeza y una proyección brutal". 

Y es que Iranzo no solo era un agricultor y ganadero comprometido, sino también una figura clave en el sindicalismo agrario, con un futuro prometedor como líder de UAGA. "Siempre duele recordarlo, porque nos lo arrebataron cuando más podía aportar al sector agrario y ganadero de Aragón".

A pesar de que el responsable del crimen está en prisión, las circunstancias que rodearon los asesinatos aún les genera indignación. De hecho, la plataforma ‘Siempre Iranzo’ presentó un documento con 87 preguntas a la administración para esclarecer los errores que se cometieron aquel día. Pero, siete años después, muchas de esas preguntas siguen sin respuesta. "Es lamentable que la sociedad civil no pueda conocer los fallos que llevaron a esta tragedia".

Uno de los puntos más criticados es la falta de previsión y seguridad en el medio rural en aquel momento. Aunque desde entonces ha habido cambios en los protocolos de actuación de la Guardia Civil, para Alcubierre estas medidas son insuficientes. "La presencia de efectivos en el medio rural sigue siendo escasa, y eso deja a las explotaciones agrícolas y ganaderas en una situación de vulnerabilidad".

La organización agraria sigue reivindicando más inversión en seguridad rural y la transparencia en las investigaciones. "La verdad debe salir a la luz, no solo por justicia, sino para evitar que tragedias como esta vuelvan a ocurrir".

PRISIÓN PERMANENTE revisable

El proceso judicial contra Norbert Feher concluyó con su condena a prisión permanente revisable. Se celebró en abril de 2021 en la Audiencia de Teruel con jurado popular, que lo declaró culpable de tres asesinatos, robos con violencia y tenencia ilícita de armas, entre otros delitos.

La sentencia incluyó dos penas de 25 años de prisión y prisión permanente revisable por el tercer asesinato. Además, se le impusieron cinco años por cada robo y una indemnización de más de tres millones de euros a las familias de las víctimas.

Feher, con antecedentes de homicidio en Italia, se refugió en España tras escapar de prisión en ese país. Su captura en diciembre de 2017 marcó el fin de una peligrosa trayectoria criminal.