¿Es Rusia el origen de la ensaladilla rusa, el filete ruso y la montaña rusa?

El adjetivo “ruso” está desde hace mucho tiempo, muy presente en nuestras vidas en dos platos de comida y en una de las atracciones de feria más trepidantes que existen: Nos referimos a la sabrosa ensaladilla rusa, al popular filete ruso y la vertiginosa montaña rusa. Pero su origen no está relacionado al cien por cien con Rusia.

ENSALADILLA RUSA

Aunque todos la conozcamos como “ensaladilla rusa” y se haya convertido en uno de los platos más solicitados en bares y restaurantes, su origen se asienta realmente sobre las bases de la cocina francesa. Y aunque es cierto que es un plato que nació en la Rusia de los zares y en concreto en las cocinas del restaurante de lujo El Hermitage de Moscú en 1860, su inventor fue un jovencísimo chef belga de origen francés llamado Lucien Olivier (1838-1883). De hecho al principio se la denominó como “ensalada Olivier” en honor al cocinero que la popularizó.

Fue a partir de la Revolución Rusa en 1917 cuando se empezó a llamar “ensaladilla rusa” cuando los exiliados de aquel país llevaron este plato a países de Europa o Estados Unidos. Así fue como se dio a conocer al mundo esta popular ensalada.

FILETES RUSOS

A diferencia de la ensaladilla rusa, los filetes de carne picada que todos conocemos como “filetes rusos” sí que nacieron en tierras del Volga. Las cocinas de los nobles rusos estuvieron dirigidas durante el siglo XIX por reconocidos chefs franceses, quienes crearon diversas recetas de fusión ruso-francesa que han perdurado hasta nuestros días bajo el humilde disfraz del filete ruso.

No debemos confundir el filete ruso con la hamburguesa americana. Aunque ambos están elaborados con carne picada, el filete ruso lleva pan rallado y se embadurna de harina. Además, a la carne picada se añade cebolla, ajo, miga de pan y leche. También es habitual incorporar huevo, perejil picado y salpimentarla.

MONTAÑA RUSA

Históricamente, la “montaña rusa” que todos conocemos y en la que nos hemos montado tantas y tantas veces en los parques de atracciones, debe su nombre a los grandes toboganes de madera con los que grandes y pequeños se divertían en la nieve durante el invierno en Rusia y por los que descendían con trineos allá por el siglo XVIII. Toboganes a los que los rusos llamaban “Amyerikánskiye gorki” o "montaña americana". La atracción fue derivando con el paso de lo años al modelo actual. La primera montaña rusa tal y como la conocemos hoy, se inauguró en Coney Island (Nueva York) en 1884. Fue diseñada por LaMarcus Adna Thompson, y alcanzó una altura de 180 metros.

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