Miguel Ángel Ramírez acaba su horrorosa etapa en el Real Zaragoza con otro espantoso ridículo (4-1)

La irresponsabilidad de mantener una semana más en el banquillo del Real Zaragoza a Miguel Ángel Ramírez se puede pagar muy, muy cara. Porque el nuevo batacazo vivido este sábado en Almería (4-1) se veía venir. Se sabía. Con el técnico canario este equipo es incapaz de ganar a nadie. Debió ser cesado hace mucho tiempo, como mínimo hace tres semanas. De hecho, no debería haber venido nunca. Juan Carlos Cordero y Mariano Aguilar, funestos responsables deportivos, se cubrieron de gloria trayendo al peor entrenador de la historia del club.

La Romareda ya lo caló en su primer partido en casa, cuando le gritó “Ramírez vete ya” ante el Tenerife. Desde entonces, apenas han bastado dos meses para que este siniestro personaje que ha ocupado el banquillo del conjunto aragonés haya destrozado por completo al equipo, que ha quedado reducido a la nada. Sin capacidad alguna para competir y que va, de cabeza y sin remisión, hacia la Primera RFEF, es decir fuera del fútbol profesional.

Ramírez va a ser cesado en las próximas horas, pero el daño es irreparable. Los once partidos que le esperan al nuevo entrenador van a ser la búsqueda de un milagro absoluto. Este mismo domingo, si el Eldense le gana al Mirandés en el Pepico Amat, el Real Zaragoza ya estará en puestos de descenso. Y con las peores sensaciones del mundo, porque va a costar mucho cambiarlas en tan breve período de tiempo.

Los jugadores están, de momento, citados para entrenar a las 11 de la mañana de este domingo en la Ciudad Deportiva. Es algo que se anunció nada más aterrizar el vuelo chárter que traía al equipo procedente de Almería. En el aeropuerto de Zaragoza, en la medianoche, varias decenas de aficionados, indignados, esperaron la llegada de la expedición para increpar a la plantilla y al cuerpo técnico. Las fuerzas de seguridad, concretamente un cordón de la Guardia Civil, evitaron que la cosa pasara a mayores al impedir que los seguidores se acercaran al autobús del club.

Lo lógico ahora es que al peor entrenador de la historia del Real Zaragoza le acompañe en su salida el también peor director deportivo que haya pasado jamás por el club -y eso que los ha habido muy malos-. Juan Carlos Cordero no puede seguir tampoco ni un minuto más. Y, por supuesto, no puede ser él quien elija al nuevo entrenador. Hasta hace pocos días se hablaba, por increíble que parezca, de su renovación. Pero su obcecación por mantener a Ramírez más tiempo de la cuenta le va a costar el puesto. No hay que esperar a junio a que acabe su contrato. Ya no tiene que hacer nada más en el club. Ni fichar al sustituto de Ramírez, ni, desde luego participar en el siguiente mercado de verano. Por tanto, adiós muy buenas también. Que bastante daño ha hecho ya a la entidad.

Pero aquí quedará el consejero responsable de la parcela deportiva, Mariano Aguilar, que ni siquiera viajó a Almería (donde la representación corrió a cargo del director general, Fernando López y el propio director deportivo, Juan Carlos Cordero). Vistos los resultados, lo deseable sería que tampoco continuara con sus actuales funciones. Pero no caerá esa breva.

Al acabar el partido, en la rueda de prensa posterior, Miguel Ángel Ramírez, a lo suyo: “Lo importante es el Real Zaragoza, el club está por encima de nuestros nombres y de los contratos. No pienso en mi cargo, sino en cómo ayudar al club y a la plantilla a competir mejor. No pierdo ni un segundo en mí”, decía como quien no quiere la cosa. Alguien que esta misma semana decía que ni miraba ni le importaba la clasificación.

Respecto al partido en sí, poco se puede decir de un choque que ya estaba encarrilado al cuarto de hora. El Almería se dio un baño de goles (4-1) que sirve para cortar una racha de ocho jornadas sin ganar y mantener su lucha por el ascenso. Todo a costa del muñeco de trapo vestido de avispa que tenía enfrente.

El equipo andaluz salió a por la victoria desde el primer momento y a los quince minutos ya ganaba 2-0, con goles de Édgar y Luis Suárez. Pese a que el propio Édgar se marcó en propia meta el gol del honor para los aragoneses, el Real Zaragoza no fue capaz de crear peligro alguno que hiciera atisbar un posible empate.

Lejos de eso, lo que llegó en los instantes finales de la primera parte fue el tercer gol rojiblanco, tras un gran pase de Luis Suárez que dejó sólo a Nico Melamed, que no perdonó con una gran definición ante Femenías (que fue titular y volvió a ofrecer una triste imagen, como todos sus compañeros).

El segundo tiempo comenzó con cambios en ambos equipos, pero el Almería continuó marcando el ritmo ante un Real Zaragoza cada vez más hundido. La superioridad almeriense se hizo cada vez más evidente. En el 52, una falta lanzada por Lucas Robertone encontró a Pubill en el segundo palo, cuyo remate, tras impactar en su hombro, superó a Joan Femenías y significó el cuarto gol, asegurando la tranquilidad para los locales y certificando la debacle zaragocista. El conjunto aragonés intentó reaccionar con Liso, Raúl Guti y Bazdar, pero sin impacto en el juego. De hecho, ya no había partido. Era el agónico y patético final de Ramírez en un banquillo que nunca debió haber ocupado.

Almería 4: Maximiano; Pubill (Perovic, m. 86), Édga, Radovanovic, Langa; Robertone (Selvi Clua, m. 65), Melero (Sergio Arribas, m. 77), Lopy; Puigmal (Pozo, m. 56), Melamed (Lázaro, m. 65), y Luis Suárez.

Real Zaragoza 1: Femenías; Vital, Jai, Clemente; Luna (Liso, m. 59), Francho Serrano, Arriaga, Moya (Guti, m. 59), Tasende (Iván Calero, m. 46); Gómez y Soberón (Bazdar, m. 59).

Goles: 1-0, M.05: Édgar. 2-0, M.15: Luis Suárez. 2-1, M.24:_Édgar en propia meta. 3-1, M.49+: Melamed. 4-1, M.52: Pubill.

Árbitro: Palencia Caballero (Comité Vasco). Expulsó al visitante Bazdar (m.80) por roja directa tras una dura entrada sobre Pubil. Además, amonestó a Lopy (m.01), de la UD Almería, y a Luna (m.45), del Real Zaragoza.

Incidencias: Partido de la trigésima primera jornada de LaLiga Hypermotion disputado en el UD Almería Stadium ante 10.867 espectadores.