Erasmus Rural, la oportunidad de hacer prácticas en pequeños municipios de Zaragoza
Inés Vijuesca, estudiante de arquitectura en Unizar, pudo hacer prácticas en Daroca. Como ella, otros 216 estudiantes también han participado en el Erasmus Rural
Zaragoza - Publicado el - Actualizado
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Quizás te suenen las becas Erasmus, esa oportunidad que tienen los estudiantes universitarios de pasar un año en otro país de la Unión Europea para continuar con sus estudios, para seguir aprendiendo y formándose lejos de casa. Algo muy parecido es lo que busca el Erasmus Rural, un proyecto educativo puesto en marcha por la Universidad de Zaragoza y la Diputación Provincial de Zaragoza para que los estudiantes puedan hacer prácticas en la provincia de Zaragoza.
Este Erasmus Rural cambia destinos como Budapest, Roma o Varsovia por Belchite, Mallén o Sástago, ya que el objetivo de este proyecto es que los estudiantes pongan en práctica lo aprendido en la carrera en municipios de menos de 5.000 habitantes de Zaragoza. Este es el caso de Inés Vijuesca, que estudió el grado en Arquitectura en Unizar y conoció la beca Erasmus Rural que le permitió irse a Daroca. "Nunca había oído hablar de esta beca y cuando me enteré por el máster se lo conté a mis amigos y me dijeron si se hubiesen enterado antes les hubiera gustado hacerlo", cuenta Inés antes de hablar sobre su experiencia trabajando en el Ayuntamiento de Daroca.
La Diputación de Zaragoza destina cada año 100.000 euros para que estudiantes como Inés puedan hacer prácticas en el medio rural, ya sea en pequeñas empresas o en los ayuntamientos de pequeños municipios y barrios rurales de Zaragoza. Para ello, este proyecto cuenta con dos modalidades: el programa Desafío, que va dirigido a estudiantes y les ofrece entre 120 y 500 horas de formación; y el programa Arraigo, para aquellos que se hayan titulado en los últimos seis años y les permite hacer hasta 350 horas de prácticas.
Esta beca tiene una serie de requisitos, como que los estudiantes deben hacer las prácticas en un municipio a 50 kilómetros de su domicilio y que deben residir allí durante el periodo de formación. De esta manera, se fomenta la cercanía con el pueblo y con los vecinos de la localidad. Además, se trata de prácticas remuneradas con hasta 1.000 euros al mes y una vivienda que, por lo general, se encarga de facilitar el Ayuntamiento.
Este año ya se ha puesto en marcha la séptima edición del Erasmus Rural, en el que han participado un total de 216 estudiantes. El plazo para inscribirse sigue abierto y está disponible para cualquier titulación universitario de la que se requieran estudiantes. Desde Historia del Arte, distintos grados de ingeniería, estudiantes de Administración y Dirección de Empresas y muchas otras carreras de ciencias sociales y jurídicas, las empresas y los ayuntamientos del medio rural buscan jóvenes con ganas de formarse en lo que a ellos les gusta.