Vizcacha, el animal que nos representa tras el final de las vacaciones

Comienza el mes de septiembre y con él llega el final de las vacaciones para la gran mayoría de los españoles. Aunque todavía quedan afortunados con vacaciones pendientes, el 1 de septiembre y la cercanía del nuevo curso escolar supone la vuelta al trabajo de la gran parte de la población. Atrás quedan los días de playa, calor, montaña, turismo, excursiones y terraceo. Toca volver a la rutina y, en especial los primeros días, es algo que no todo el mundo lleva demasiado bien.

La nostalgia por los dìas de ocio y descanso que hemos pasado a lo largo de las últimas semanas nos inunda en estos primeros días de septiembre. El cansancio se apodera de nosotros en estas primeras jornadas después de las vacaciones. Volvemos a madrugar, a pasar horas en el trabajo y eso, se hace notar en el estado anímico hasta que recuperamos nuestras rutinas habituales. Todos estos sentimientos quedan perfectamente reflejados en las vizcachas, un curioso animal que siempre parece estar triste y cansado.

La vizcacha representa, sin duda, el estado de ánimo que muchas personas atraviesan tras el final de las vacaciones. Se trata de un pequeño roedor, que nos puede recordar a una liebre o una chinchilla, que habita principalmente en Sudamérica. Hay tres especies diferentes de vizcacha que se reparten entre Perú, Chile, Argentina y Bolivia.

Sus ojos medio cerrados junto a su boca y bigotes caídos dan a la vizcacha un aspecto triste y melancólico. Sin embargo, no debemos preocuparnos por ella. A pesar de lo que pueda parecer por su apariencia, las vizcachas viven felices en su hábitat. Son animales ágiles que habitan en rocas situadas a gran altura donde cavan sus madrigueras. Son capaces de tomar un gran impulso en sus saltos. Además, viven en grandes grupos familiares siendo muy comunicativas entre ellas. Y por cierto, tienen la misma afición que todos nosotros hemos venido practicando durante nuestras vacaciones: comer y descansar al sol.

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