Así funciona La Perdiz: la planta en la que se trata el agua que bebes del grifo en Gijón

Cada gijonés consume, de media, unos 128 litros de agua al día. Una cantidad que supone un 10% menos que la que se gastaba hace tres años y que se queda muy lejos de los más de 200 litros al día que se consumían en el año 2000, según los datos de la Empresa Municipal de Aguas de Gijón (EMA).

En el Día Mundial del Agua, que busca concienciar sobre un consumo responsable de este recurso, el presidente de la empresa, Jesús Martínez Salvador, ha explicado que "las campañas de concienciación de la EMA están funcionando porque el consumo es mucho más responsable". Sin embargo, reconoce Martínez Salvador que "aún no se puede dar el objetivo por cumplido porque hay margen de mejora". 

Lo ha dicho en un programa especial que COPE Gijón ha emitido desde la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de La Perdiz. Es la planta en la que la EMA trata parte del agua que se consume en las viviendas de Gijón. Concretamente, la que sale de La Fuentona de Los Arrudos; y llega, desde el manantial, hasta La Perdiz, a través de una traída casi centenaria. 

Agua para llenar 2.500 piscinas olímpicas

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Y no es poca: 8 millones de metros cúbicos de agua al año. La suficiente para llenar 2.500 piscinas olímpicas. Agua "de una calidad excelente", según el responsable de La Perdiz, José Luis Álvarez, que explica que "tenemos suerte porque el agua que llega es casi para embotellar, y el proceso de potabilización es simple, en comparación con otras ciudades, donde la captación de agua se hace en embalses".

El proceso tiene varias fases. La primera, según entra el agua, consiste en una precloración "porque va a pasar un tiempo en la planta y necesitamos que esté desinfectada". Después, se lleva a cabo la conocida como decantación. Álvarez lo explica con el símil de un vaso de agua: "Si removemos el agua, las partículas de arena se moverán por el vaso al ritmo del agua. Entonces, calmamos el agua para que esas partículas lleguen al fondo. Vamos llenando el vaso para que rebose; y el agua que rebosa, que podemos garantizar que está libre de cualquier partícula, es el que vamos a aprovechar".

Después, se filtra el agua por si queda alguna micropartícula. Y, antes de salir de la planta, camino de los depósitos de almacenamiento y las casas de Gijón, se ajusta la cloración "porque hay muchos kilómetros de tubería, el agua va a estar un tiempo corriendo hasta llegar a las casas y, así, evitamos cualquier tipo de bacterias". 

Novedades en 2025

La ETAP de La Perdiz, además, va a afrontar en este año 2025 una importante inversión para la modernización de la planta: trabajos que permitirán, por un lado, triplicar el poder de filtrado de la estación y aprovechar agua que, actualmente, se descarta porque, en momentos de tormenta puede tener turbidez o alguna partícula de más; y, por otro, aprovechar la energía hidráulica para que la instalación sea autosuficiente energéticamente.