Una perra alerta a su familia de un incendio en plena noche y esta es la petición de su dueña a los bomberos al huir de casa
Los ladridos del can, de madrugada, alertaron a Patricia, la dueña de la casa, que pudo saltar por la ventana junto a su hija

Una perrita salva a su familia de un incendio en Gijón pero fallece tras respirar el humo de la vivienda
Asturias - Publicado el
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Los que tienen perro dicen que su mascota es uno de más de la familia. Y en el caso de Patricia, una joven que vive en el barrio de La Calzada, en Gijón, su perrita ha sido mucho más: un ángel de la guarda que le ha permitido salvarse de un incendio desatado en su propia casa. El animal, sin embargo, no pudo salir con vida del fuego, a pesar de los intentos de los bomberos por rescatarlo.
Ocurrió de madrugada. Los ladridos de Dana, la perra de la familia, alertaron a la mujer del incendio. Sin pensarlo, cogió a su hija, de 3 años, y salió por la ventana del patio de luces. Madre y niña se descolgaron por el tendal y bajaron hasta el suelo. Cuando los servicios de emergencias llegaron al lugar y extinguieron el fuego, entraron varias veces a la vivienda con el objetivo de rescatar a Dana; pero no lo consiguieron.

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“¡Por favor, coged a mi perra, que no pude sacarla!”, gritaba Patricia a los bomberos, según han contado los vecinos. La perrita, que tenía 15 años y había sido adoptada con solo unos meses, falleció por inhalación de humo. Ha sido, más allá de los daños materiales en el edificio situado en la calle Daniel Cerra, la única consecuencia del incendio; además del tobillo fracturado de Patricia. La desgracia podría haber sido mucho mayor si no llega a ser por Dana.
El fuego se originó en el salón de la vivienda, donde la madre estaba completando unos pasatiempos, mientras esperaba a que la temperatura de su hija -que estaba en el dormitorio, atravesando un proceso febril- bajara. Según ha contado a La Nueva España, estaba utilizando un flexo portátil. Sobre las tres de la madrugada, su hija la llamó y fue a su habitación. Fue entonces cuando escuchó un ruido y los ladridos de Dana.
El albergue de animales de Gijón
El amor entre Dana y Patricia -y viceversa- contrasta con una realidad que se deja notar, especialmente, en el mes de enero y antes del verano: el abandono de animales. Son los periodos de mayor actividad en el Albergue de Animales de Gijón, ubicado en Serín, y gestionado por la Asociación Amigos del Perro. El motivo suele ser -en el caso asturiano y en todos los demás- la incompatibilidad con las vacaciones y la "falta de interés" unas semanas después de Reyes, cuando llega la mascota como un regalo más.
Por eso, la coordinadora del albergue municipal gijonés, Alicia Quesada, ha explicado en COPE que "nosotros tenemos por norma no dar animales en adopción en fechas navideñas ni como un regalo, tiene que venir el propietario, el titular del chip a firmar su contrato de adopción".

Un surfista y un perro corriendo en la playa de San Lorenzo, en Gijón
Quesada defiende que "los animales no son un artículo de regalo" y es "un tema en el que debemos hacer hincapié, y en las actividades que organizamos, siempre lo hacemos".
En Gijón, hay censados unos 38.000 perros y el municipio está considerado una de las ciudades más 'pet-friendly' de España, por el número de establecimientos que admiten mascotas y por los espacios habilitados para los canes, como la playa de San Lorenzo, principal arenal de Gijón, fuera de la temporada de baños.