El Ayuntamiento de Oviedo recibe a los 21 niños saharauis que pasan el verano en la ciudad

El número se ha triplicado tanto en Oviedo como en el resto del Principado y el programa recupera el pulso después de la pandemia

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El Ayuntamiento de Oviedo recibe a los 21 niños saharauis que pasan el verano en la ciudad

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El programa 'Vacaciones en Paz' ha vuelto a recuperar el músculo tras la pandemia, y en esta edición de 2023 alcanza los 97 niños y niñas con familias de acogida en Asturias. De ese total, casi un tercio están en Oviedo. Son 21 y este viernes han sido recibidos por el alcalde y representantes de la corporación municipal en el Ayuntamiento. Y es que se han triplicado los números. El año pasado, edición en la que se recuperó el programa tras la pandemia, el número había sido de siete niños en Oviedo y de 21 en toda Asturias.

Alfredo Canteli les ha trasladado todo su cariño y ha deseado que “os encontréis como en vuestra propia casa y que cuando os vayáis de aquí recordéis a Oviedo con mucho cariño y que retornéis. Gracias por estar aquí". Ha destacado el alcalde que la ayuda municipal es de más de 50.000 euros anuales, una ayuda que es recibida con los brazos abiertos por la organización organizadora del programa, ya que el año pasado el consistorio ovetense había sido el único financiador del programa.

La coordinadora del programa ‘Vacaciones en paz’ en Oviedo, Paula Bernardo, ha detallado que uno de los principales objetivos del mismo es “mejorar el estado de salud y social” de las niñas y ha agradecido “a las familias, como siempre, el estar aquí, que sois nuestro bastión, y a la Corporación, porque el Ayuntamiento de Oviedo siempre nos ha apoyado".

Respecto a los objetivos, la coordinadora del programa ‘Vacaciones en paz’ ha aclarado que son “fundamentalmente tres: Que los niños salgan del calor insoportable que hay -el cambio climático está afectando incluso allí y si hace diez años hablábamos de 50 grados, este año hablamos de 60 y 62 grados en los campamentos, algo totalmente insoportable para niños tan pequeños-; Que se alimenten, que se hagan las revisiones médicas habituales aquí e imposible allí y, sobre todo, también que conozcan, que sepan que hay algo más que el desierto, que conozcan, parece una tontería, pero colores".

María López es una de las madres de acogida, que este año ha tenido en su casa, junto a sus tres hijas biológicas, a Farida y a Manal. "Les ha gustado sobre todo la playa. Están todas encantadas pasándolo bien y jugando. El verde también les sorprende muchísimo. Cuando las llevas a Taramundi se quieren quedar allí, no quieren volver al desierto".