La cadena de supermercados de Asturias que utiliza la inteligencia artificial para cumplir la nueva Ley de Desperdicio Alimentario

Los bares y supermercados de Asturias ya están haciendo los deberes para no ser sancionados por tirar comida a la basura. La nueva ley contra el desperdicio alimentario que acaba de entrar en vigor recoge multas de hasta 500.000 mil euros. Es una cuantía considerable para conseguir la implicación de las empresas afectadas y evitar desechar los de 7,7 millones de toneladas de alimentos que contabiliza cada año el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico. El objetivo es alcanzar una reducción del 50% de los residuos alimentarios per cápita en el ámbito de la venta minorista y el consumo. Así, la intención es generar una bajada del 20% de las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción y suministro para el año 2030. Pero la ley trae más cambios importantes, principalmente en las obligaciones de los grandes supermercados, sobre todo aquellos que tienen más de 1.300 metros cuadrados.  

Para conseguirlo, la nueva norma establece que todos los agentes de la cadena alimentaria tengan sus propios planes de prevención, que los supermercados y tiendas de alimentación donen sus excedentes a entidades sociales o bancos de alimentos y que pongan a la venta los productos “feos” o próximos a caducar. Los bares y restaurantes tienen que ofrecer envases reutilizables para que el consumidor se pueda llevar las sobras a casa y no acaben en la basura.

CONTROL CON INTELIGENCIA ARTFICIAL

La cadena asturiana de supermercados MasyMas afronta la ley con buena parte de los deberes hechos. Desde hace varios años utiliza la herramienta informática 'planning studio' que combina inteligencia artificial con estadística y permite prever la demanda que va a tener cada producto en cada una de sus tiendas. De esa manera, “el ahorro ese sustancial en la gestión del stock y reduce las mermas a límites muy razonables”, según ha explicado en COPE Romina Fernández, responsable de Gestión Interior y Salud Laboral de Masymas.

Los supermercados de esta cadena asturiana también llevan tiempo ofreciendo en sus lineales productos que están a punto de caducar y que son vendidos con un 25 por ciento de descuento para evitar su desperdicio, tal y como exige la nueva ley. Masymas también colabora desde 2019 con la plataforma Too Good To Go que permite vender 'packs sorpresa' a 3,99 euros con los excedentes de comida que han quedado al final de la jornada. “Con esa acción hemos salvado más de 170.000 lotes de comida que, de otra forma, habría ido a la basura”, según ha destacado Romina Fernández.

Aunque Masymas realiza donaciones de comida de forma asidua a comedores sociales, ahora va a establecer la logística necesaria para hacerlo según la jerarquía que establece la nueva ley. “Es el principal cambio que vamos a tener que hacer”, remarca la responsable de Gestión Interior de la firma asturiana.

RECIPIENTES EN LOS BARES

Los 11.000 bares, restaurantes y sidrerías de Asturias también se ven afectados por la nueva ley contra el desperdicio alimentario. Aunque la mayoría ya lo venía haciendo, ahora es obligatorio ofrecer a sus clientes recipientes reciclables para que se lleven las sobras. “Cada vez es más frecuente”, aseguran desde negocios como Casa Félix de Oviedo. “La gente te pide que le pongas en un envase lo que no se come para llevárselo a casa”, destacan desde este negocio hostelero cercano a la plaza del Ayuntamiento ovetense. La ley contempla que los restaurantes no cobren nada a los clientes por el envase, a no ser que sea de plástico.