El contenedor marrón gana terreno en los ayuntamientos asturianos

La recogida separada de materia orgánica (que es el 40% aproximadamente de los residuos municipales) es obligatoria en todos los ayuntamientos desde el pasado 1 de enero, según la ley de residuos del año 2022. Estamos hablando fundamentalmente de restos de comida, tanto en los hogares como en la hostelería, o restos de vegetales del jardín o la huerta. Esta obligación legal, puesta en marcha a principios de este año, viene acompañada, desde hace dos años, de una serie de ayudas que ha vehiculado la consejería de Transición Ecológica. “Son 5,4 millones de euros que han supuestos un empujón económico definitiva para que buena parte de los Ayuntamientos asturianos, de tamaño grande o mediano, den el gran paso”, ha asegurado en COPE Paz Orviz, gerente de Cogersa.

El contenedor marrón ya funciona en 16 municipio, que entregan a Cogersa más de 11.000 toneladas de restos orgánicos.

“Entre la obligación legal, el apoyo económico otorgado a los Ayuntamientos, el asesoramiento que ofrece Gogersa y la campaña que ponemos en marcha esto va a suponer el gran despegue de la recogida de residuos orgánicos, de manera que la mayor parte de asturianos y asturianas van a tener la posibilidad de disponer de un contenedor marrón”, comenta Orviz.

Actualmente, Cogersa recoge los biorresiduos en seis ayuntamientos: Carreño, Grado, Noreña, Castropol, Navia y Castrillón. A partir de este mes de abril, el consorcio prevé la implantación gradual de la recogida en una treintena de municipio, mientras se llevarán a cabo ampliaciones o mejoras en otros cuatro.

Orviz ha afirmado que “ahora, nuestro caballo de batalla es la recogida orgánica que viene a constituir entre el 35% y 40% de la bolsa negra. Es un residuo que genera problemas ambientales si no se separa”

A los marrones soluciones

Con la nueva campaña “A los marrones soluciones” Cogersa fomentará el uso de este nuevo servicio por los ciudadanos y empresas. Usar el contenedor marrón y separar los restos orgánicos de la cocina y la huerta son los ejes sobre los que pivota esta acción de sensibilización ambiental, que cuenta con un presupuesto de 400.000 euros, financiado por el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia.

La iniciativa incluye un punto de atención ciudadana itinerante que recorrerá diferentes concejos, el reparto de materiales impresos y gráficos, así como otras iniciativas de comunicación directa con los vecinos y vecinas que se desarrollarán en coordinación directa con cada ayuntamiento.