El día que Juan Pablo II cambió sus zapatos rojos por unas deportivas
En su tercera visita a España, en el verano de 1989, el Papa se desplazó a Asturias y aprovechó su viaje al Real Sitio de Covadonga para rezar ante la Santina y caminar por el parque nacional de los Picos de Europa

Juan Pablo II, en La Almudena. Arriba, a la izquierda, las zapatillas deportivas que se calzó, en 1989, en los lagos de Covadonga, en Asturias
Asturias - Publicado el
2 min lectura
Fue en el verano de 1989, aunque su visita se llevaba fraguando desde mucho antes. El Papa Juan Pablo II llegó a Asturias el 20 de agosto de aquel año, en un vuelo procedente de Santiago de Compostela, y su estancia en el Principado dejó momentos memorables, como la misa celebrada en La Morgal, ante más de 100.000 personas. Sin embargo, la imagen que ha trascendido al paso del tiempo es la del Santo Padre -de cuyo fallecimiento se cumplen, este 2 de abril, 20 años- con unas zapatillas de deporte.
Sucedió en Covadonga. El Pontífice cerró en el Real Sitio una visita de un día -30 horas- a Asturias, último suelo español que pisó antes de regresar a Italia en el que fue el tercero de sus cinco viajes a nuestro país (1982, 1984, 1989, 1993 y 2003). Ante la Santina, en la Santa Cueva, rezó con presencia del entonces Príncipe Felipe, y en la Basílica ofició una misa.
Se puso las zapatillas deportivas tras un pequeño resbalón
Pero lo más comentado fue su paseo por los lagos de Covadonga, en el parque nacional de los Picos de Europa. Para hacerlo más cómodo, le compraron unas zapatillas de deporte, pero Juan Pablo II prefirió mantener su calzado habitual. Sin embargo, tras comprobar que la empresa era complicada, a causa de un pequeño resbalón, accedió a calzarse las deportivas, dejando una imagen para la historia.

El Papa Juan Pablo II camina, con zapatillas deportivas, por los lagos de Covadonga
Zapatillas de deporte al margen, el Sumo Pontífice dedicó una oración -que dejó escrita de su puño y letra- a la Virgen de Covadonga y lanzó un mensaje de fe. Antes, en el aeródromo de La Morgal, había hablado sobre la cultura del trabajo y del respeto.
Juan Pablo II no solo estuvo en Covadonga y en Llanera. Tras besar suelo asturiano, fue trasladado, en helicóptero, al Seminario Metropolitano de Oviedo, donde el entonces alcalde de la capital, Antonio Masip, le hizo entrega de las llaves de la ciudad. El Papa también visitó la Catedral, cuya entrada había sido reacondicionada para la visita, y subió a la Cámara Santa, donde admiró el Santo Sudario.

El Papa Juan Pablo II reza ante la Virgen de Covadonga, en Asturias