El futuro de ArcelorMittal en Asturias se complica: nueva parada de instalaciones por falta de pedidos

El futuro de ArcelorMittal en Asturias se pone cada vez más negro. La multinacional siderúrgica inicia este viernes una nueva parada de diez días en el tren de alambrón y el lunes otra de nueve días en la acería de Gijón, en ambos casos por la falta de pedidos. 

Arcelor culpa de esta situación a la competencia desleal que supone la entrada masiva a la Unión Europea de productos siderúrgicos de terceros países y los altos precios de la energía, mientras a ellos se les exigen fuertes inversiones para reducir las emisiones de CO2.

"El tren de alambrón ha tenido que parar ya este año varias veces debido a la situación del mercado", recuerda el portavoz de la empresa, Alberto Carrero de Roa, señalando que "el alambrón es uno de los productos que se están viendo más afectados por el volumen enorme de importaciones de fuera de Europa. Importaciones de acero de China, de Vietnam, de India o Turquía". 

El portavoz de la empresa califica la situación de “dramática”, señalando que las grandes industrias, como la suya, deberán de tomar pronto decisiones para hacerle frente. "Varios productores, como es el caso ArcerlorMittal, tienen instalaciones y plantas en otros países del mundo", recuerda Carrero de Roa, países "donde no existen estas restricciones, donde hay un crecimiento en la demanda de acera mucho mayor".

Sobre Asturias, la única decisión adoptada es la construcción de la nueva acería de horno eléctrico de Gijón. Está en estudio una acería eléctrica también para Avilés y sigue negociándose con el gobierno la planta de reducción directa de hierro (DRI) que debería de sustituir a los actuales los Hornos Altos.

El problema es que la vida útil de uno de los hornos acaba ya el año que viene, cuando también se apagará el Sinter B de Veriña. 

Sin horno ni DRI, José Manuel Castro, de CCOO, calcula que la producción caerá a la mitad y podrían perderse 2.000 empleos directos.  "La cuenta es fácil", asegura, recordando que la empresa ya planteaba una reducción del 25 % de la capacidad y 1.000 puestos de trabajo con el plan de descarbonización. 

"Es sólo multiplicar por dos y obtendremos tanto la capacidad productiva como la pérdida neta de empleo", señala, apuntando que sólo "estamos hablando sólo de empleo directo,  no me atrevo a dar estimaciones del empleo indirecto, auxiliares, transporte, etcétera".

Castro también rechaza la justificación de la multinacional para la parada, que considera "un ejercicio de cinismo", porque  "ArcelorMittal está invirtiendo en una mega factoría en la India, que tendrá cuatro cuatro hornos altos, de los clásicos, de los de contaminar a todo trapo, mientras que en Europa niega las inversiones comprometidas en materia de descarbonización".

El sindicalista tampoco ve posible que otro grupo empresarial asuma las inversiones que Arcelor no quiera realizar, como ha planteado el gobierno. Es "el cuento de la lechera", asegura.