Treinta años de una visita histórica

Estos días se cumplen 30 años de la visita de Juan Pablo II a Asturias. Dos intensas jornadas que forman parte ya de la historia del Principado.

El Papa llegaba al aeropuerto asturiano el 21 de agosto de 1989 y, tras pasar por Oviedo y visitar la Catedral y la Cámara Santa, se desplazaba hasta la Morgal para presidir una una multitudinaria misa a la que acudieron cerca de 300.000 personas. En la homilía, Juan Pablo II, tendría un especial recuerdo para el mundo del trabajo, una hermosa defensa de “la dignidad de las personas que trabajan”, frente a los que pretenden convertirlas en “engranajes de una máquina”.

Tras la Morgal, el Papa se desplazó a Covadonga donde, al día siguiente volvió a presidir una nueva misa en la explanada ante más de 7.000 personas. Entre ellas, el entonces Príncipe de Asturias, hoy rey Felipe VI, al frente del Patronato del Real Sitio y Gruta de Covadonga.

Allí Juan Pablo II destacaría que el Santuario asturiano es “una de las raíces cristianas de Europa”. Luego, subió a la Santa Cueva y, ante la imagen de la Virgen, oró largamente en silencio.

Antes de abandonar Covadonga, un helicóptero lo trasladó hasta Los Lagos donde, tras un pequeño paseo, afirmo que era “el segundo paisaje más bello que he conocido en mi vida”.

Ya al despedirse de España, y en un mensaje dirigido a Su Majestad el Rey, Juan Pablo II afirmó que se había sentido “peregrino de Santiago y romero de la Santina”. Definió el Santuario como “monumento de la fe del pueblo de Asturias y España entera”… “La esencia de España”.

En COPE Asturias hemos recordado este miércoles los detalles de la visita con la ayuda del actual Abad de Covadonga, Adolfo Mariño. Escucha la entrevista.