7 años después, El Confital continúa arrojando resultados positivos por contaminación

Hace siete años que los vecinos de Las Palmas de Gran Canaria y los amantes de la playa del Confital, uno de los rincones naturales más apreciados de la ciudad, vieron prohibido el baño en sus aguas debido a la detección de altos niveles de contaminación por la bacteria Escherichia coli (E-coli), señal clara de la presencia de aguas fecales. A día de hoy, la situación sigue sin resolverse, y la frustración de los ciudadanos aumenta mientras las autoridades intentan dar con una solución que no termina de llegar.

El concejal de Ciudad de Mar, Pedro Quevedo, en Herrera en COPE Gran Canaria con Javier Benítez, ha informado recientemente que los análisis periódicos realizados por los técnicos de Salud Pública siguen arrojando resultados preocupantes. Los niveles de contaminación continúan siendo elevados, confirmando que la intoxicación por E-coli persiste, impidiendo la reapertura de la playa al baño. Quevedo, visiblemente contrariado por los resultados, ha expresado su desconcierto sobre el origen de esta contaminación. "No entendemos de dónde provienen las aguas fecales. El Ayuntamiento ha invertido en obras de saneamiento en la zona y, aun así, el problema persiste", afirmó.

Mejoras de saneamiento que no han resuelto el problema

La Administración local ha ejecutado trabajos de mejora del alcantarillado y realizado estudios técnicos para tratar de frenar la contaminación, pero el foco parece esquivar a las autoridades. Según el propio concejal, una posible hipótesis que se está barajando apunta a la conexión de las aguas entre el barrio de Las Coloradas y la zona de Nueva Isleta como origen del problema. Esta confluencia, de alguna forma, podría estar filtrando aguas fecales hacia la playa del Confital, aunque por el momento no hay una confirmación concluyente.

La playa, conocida por su belleza natural y su popularidad entre los surfistas y excursionistas, continúa siendo un peligro por la contaminación de sus aguas, a pesar de los accesos restringidos, la señalización que prohíbe el baño, muchos son los que hacen caso omiso de las indicaciones y deciden bañarse.

Los usuarios piden solución

Mientras tanto, la indignación crece entre los residentes, quienes piden más transparencia y una solución urgente para este problema medioambiental y de salud pública. Los usuarios y vecinos de la zona reclaman que no se siga alargando esta situación indefinidamente, y exigen un compromiso firme por parte de las autoridades para devolver El Confital a su estado original.

Por ahora, el enigma sobre la fuente exacta de la contaminación sigue sin resolverse, y lo que alguna vez fue una joya natural de Las Palmas sigue atrapada en el limbo de la burocracia y los fallidos intentos de recuperación.