El Mundial revolucionará y transformará Gran Canaria

La designación de Gran Canaria como sede del mundial de fútbol en 2030 representa un hito histórico para la isla, tanto desde el punto de vista deportivo como económico. Este evento global, considerado como el mayor espectáculo del mundo, no solo consolidará la presencia de la isla en el panorama futbolístico internacional, sino que también traerá consigo significativos beneficios sociales y económicos. 

El mundial posicionará a Gran Canaria como un destino de primera nivel a escala mundial, atrayendo a miles de aficionados y profesionales de fútbol. Para ello, se invertirán más de 100 millones de euros en mejorar infraestructuras como el Estadio de Gran Canaria, cuyas obras se prevé finalizar en 2027, fortaleciendo su atractivo turístico y deportivo a largo plazo.

Un mundo genera un impacto económico muy significativo. Por ejemplo, el de Catar dejó beneficios de 8.000 millones de euros, mientras que el de Estados Unidos se estima entre 12.000 a 14.000 millones. En Gran Canaria, se espera que la competición impulse sectores como la hostelería, el comercio y los servicios, además de crear miles de empleos directos e indirectos. "Transformará la isla desde todas las perspectivas" asegura el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales. La llegada de turistas y equipos de todo el mundo dinamizará la economía insular y ampliará su capacidad de atracción internacional.

No obstante, el evento también plantea desafíos organizativos, pero las autoridades locales han subrayado su compromiso de ser los mejores anfitriones, "es un éxito compartido" asegura el presidente de la Federación Interinsular de Futbol, Juanjo Arencibia en Herrera en COPE Gran Canaria quien reconoce que el trabajo "ha sido muy duro y complicado porque se ha tenido que salvar muchos escollos", reconociendo que el más difícil "ha sido nuestra situación geográfica, porque muchos no entendían que unas islas tan lejanas pudieran organizar un mundial".

En definitiva, la participación de Gran Canaria como sede del Mundial 2030, no solo celebra la pasión por el fútbol, sino también abre una puerta a un futuro más próspero para la isla y su comunidad.