Oliver, el policía que salvó la vida de un bebé en Gran Canaria: "Sabía que teníamos que actuar rápido"
El padre del menor bajó a la calle a pedir ayuda y los policías decidieron trasladarlo rápidamente al Centro de Salud El Doctoral
Gran Canaria - Publicado el - Actualizado
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Oliver Almeida y Xerach Pérez son dos policías locales de Santa Lucía de Tirajana, que en la mañana del pasado sábado recibieron la llamada del Centro Coordinador de Emergencias 112 Canarias alertando de que un bebe de dos años, y de nombre Zacarías, se estaba ahogando en la calle Tezén del barrio de sardina en el municipio del sur de Gran Canaria.
Una vez personados en el lugar y, tras comprobar que el bebé que sujetaba el padre boca abajo se estaba ahogando, los agentes lo introdujeron en el coche policial para trasladarlo de inmediato al hospital más cercano donde los médicos le salvaron la vida.
Oliver Almeida es uno de los dos agentes de la Policía Local que participaron en este servicio y que tuvo un final feliz. En COPE Gran Canaria señala que “desde que recibieron la llamada del 112 , ni el, ni sus compañeros lo dudaron por un segundo. Rápidamente nos dirigimos a esa via y vimos al padre en la misma vía pública nos encontramos al padre, sujetando en la calle a su bebé boca abajo e inconsciente”.
El agente: “Lo pusimos en le vehículo policial porque no sabíamos qué ambulancia estaba activada y el tiempo que tardarían en llegar a donde estábamos hasta el centro de Salud de El Doctoral. No lo dudamos, los metimos en el coche y rápidamente avisamos para que los médicos nos esperaran en el servicio de urgencia”.
Óliver Almeida: “En este caso yo lo tenía súper claro, sabíamos que la ambulancia podría tardar, pero cuando vi la imagen del padre con el bebé en sus brazos boca abajo, Sabía que teníamos que actuar muy rápido. Esa imagen se me quedó grabado y fue lo primero que me vino a la mente, que llegáramos rápido”.
“Así fue, se trasladaron de inmediato a la sala de reanimación y lo tuvieron un ahora en observación. El padre lo avisaron que al niño lo lograron estabilizarlo. Nos comentaron que gracias a la rápida intervención, lograron salvarlo”, añade.
El agente relata en nuetsros micrófonos que el niño se atragantó por culpa de un coágulo de flema de leche con cereales, más el medicamento que había tomado. Dice que fue el servicio médico quienes le comentaron que el niño estuvo toda la madrugada del sábado llorando y con mucha fiebre.
Los padres, tras comprobar que tenía fiebre alta, le dieron la medicación y dos horas más tarde el biberón. “El padre del bebé tenía que estar pendiente, porque su mujer se iba a trabajar y pasados 10 minutos de darle la segunda toma de la medicación pudieron comprobar que su hijo trataba de decirle algo con los brazos”.
“Vio como su hijo se atragantaba y se estaba asfixiando. Como el padre no sabía qué hacer, lo cogió por los brazo, lo puso boca abajo y de los nervios que tenía bajó tocando a los vecinos. Como nadie respondía, salió a la calle, y el padre pidió ayuda a sus vecinos, que llamaron a los servicios de emergencia”, aseveró.
Oliver Almeida dice que le ha ocurrido dos servicios relacionados con este asunto y no han sido tan bueno. no se lo pensó dos veces y por eso su actuación fue tan rápida.
Concluye destacado que “fue un servicio muy especial. Era la tercera vez que actuaba en un servicio similar y fue el primero con desenlace feliz”.