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Cómo frenar los bulos: claves para combatir la desinformación en la era digital
Las jornadas Stop Bulos, ponen el foco en la gestión de crisis frente a la desinformación, un problema que afecta tanto a la confianza en los medios como a la sociedad en general
Tenerife - Publicado el
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Vivimos conectados, rodeados de noticias que nos llegan desde cualquier lugar, y a menudo es difícil distinguir la verdad de la desinformación. En este contexto, las jornadas Stop Bulos, organizadas por la Consejería de Presidencia, se desarrollaron en la Universidad de La Laguna, un entorno académico que se convirtió en epicentro de reflexión y aprendizaje sobre cómo gestionar crisis en un ecosistema digital donde las noticias falsas pueden propagarse como la pólvora. Una de las ponentes, Ximena Villagrán, periodista y directora de operaciones de Maldita.es, expuso las claves de este fenómeno y cómo enfrentarlo.
La raíz del problema: un mundo sin anclas
Según Villagrán, los bulos no son nuevos, pero sí se han vuelto más graves. “Antes era fácil identificar qué era información: la radio, el periódico... Ahora, llevamos el móvil en el bolso y cualquier cosa puede parecer noticia”, explica. Esta transformación digital ha convertido a cualquiera en posible propagador de desinformación, muchas veces sin intención.
La periodista señala que la conexión permanente y la falta de confianza en los medios tradicionales agravan esta situación. “Nos hemos alejado de las fuentes fiables, y España está entre los países donde más se ha reducido la confianza en los medios”, apunta, citando el Reuters Institute.
Emociones y desinformación: una fórmula peligrosa
¿Por qué los bulos son tan exitosos? Villagrán lo atribuye al poder de las emociones. “La desinformación está diseñada para provocar miedo, indignación o incluso felicidad. Aunque nos creamos racionales, muchas veces nos dejamos llevar por lo que sentimos”.
Esto explica por qué noticias falsas, como las imágenes de barcos eléctricos supuestamente provocando la DANA o el mantra de que los migrantes reciben ayudas especiales, logran viralizarse rápidamente. Según Villagrán, "estas historias apelan a nuestras emociones y refuerzan ideas preconcebidas".
Cómo actuar frente a los bulos
La clave para combatirlos, explica Villagrán, está en fomentar el pensamiento crítico y cuestionar lo que vemos. “Si existiera una tecnología para controlar el clima, ¿por qué no la usan en zonas de guerra y sí en un campo de naranjas?”, reflexiona, invitando a la población a no aceptar cualquier información sin analizarla.
También hace un llamado a los medios a mejorar sus prácticas: “Errores como cambiar titulares sin advertirlo hacen que la gente se sienta engañada, y eso mina la confianza en nosotros”.
Las jornadas Stop Bulos no solo pretenden educar sobre la desinformación, sino también devolver a las personas el poder de discernir entre la verdad y la mentira. Porque, como recuerda Villagrán, “todos podemos ser propagadores de desinformación, pero también tenemos las herramientas para detenerla”.