MIGRACIÓN
El testimonio de una psicóloga que asiste a familias de fallecidos en el Atlántico: “La pérdida es dolorosa, pero es peor la incertidumbre”
Patricia Rodríguez relata desde Senegal que muchos de los que viajan en los cayucos ven, aun con el riesgo, a España como la puerta de escape para un futuro mejor
Tenerife - Publicado el - Actualizado
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Imagina que la última vez que ves a tu hijo o tu hermano es embarcando en un cayuco precario. Jugándose la vida para tratar de llegar a lo que conocen como 'El Dorado', la tierra prometida, que no es otra cosa, que la huida desesperada de su casa para buscar un futuro mejor. Pasan los días y recibes una comunicación. “La embarcación se ha hundido. Tu familiar ha fallecido”. Bajo este escenario, que, siendo ficción, incluso se queda corto, tienen que vivir miles de familias en lugares como Senegal, Mali, Mauritania o prácticamente todo el África subsahariana. En 2024 fueron más de 9.700 personas las que perdieron la vida en el Atlántico.
En cifras
9700fallecidos en la ruta canaria durante el año 2024
El trabajo con la migración también se hace en los países de origen. La Delegación de Migraciones de Senegal, en la que participa también Canarias, cuenta con un servicio de psicología para atender a los familiares de las personas que deciden arriesgar su vida en un cayuco rumbo a Europa. Intentan quitarles la idea de la visión idílica que tienen de su salida del país y de todos los riesgos que conlleva subirse a una embarcación precaria, pero la necesidad de buscar un futuro mejor es tan grande que muchos lo desoyen. Patricia Rodríguez es una psicóloga extremeña que reside y trabaja allí, en Senegal: “La mayoría sí sabe a lo que se enfrentan. De hecho, tienen muchos conocidos, amigos, familiares que incluso han muerto en la ruta. Y aún así, es tal la desesperanza y la desesperación que existe aquí, la falta de oportunidades, que para ellos es la única salida que encuentran para poder construir un futuro, tanto para ellos como para sus familias”.
Rodríguez manifiesta, además, el dolor que sufren muchas familias que dejan de recibir información sobre sus seres queridos: “Para poder comenzar el proceso de duelo, lo primero es poder aceptar esa pérdida. Y cuando no tienes realmente la certeza de que eso ha pasado, pues te encuentras en un limbo en el que no puedes avanzar”.
CAMBIO DE PERFIL EN LOS MIGRANTES
Las últimas llegadas a Canarias lo confirman desde hace meses: está cambiando el modelo migratorio. Cada vez es más habitual que ciudadanos de países asiáticos se embarquen en los cayucos para llegar a las costas canarias, ante el cierre de rutas mediterráneas. Aun así, el perfil de los ciudadanos subsaharianos que se lanzan al océano también es diferente: “Aquí, en origen, se ven situaciones todavía más devastadoras, porque hay gente que ni siquiera tiene la posibilidad de poder cotizar y financiar el viaje. Son viajes que, para el salario que hay aquí, son muy costosos. Sobre todo, en los niños. Aquí vemos muchos niños en la calle abandonados, que no tienen recursos, que no tienen dónde vivir”.
ESPAÑA, EL DORADO
Para los migrantes que ponen su vida en juego en un cayuco y que viven el día a día de sus países, España es conocido como “El Dorado”. Así lo cuenta la psicóloga Patricia Rodríguez: “Aquí llegan los casos de éxito, todo lo que tienen que pasar para conseguir lo que consiguen, esa información no llega. Al final solo se quedan con la parte de éxito, pero que a lo mejor son los menos. Una vez que llegan a España, ellos no suelen hablar de lo que tienen que pasar. A lo mejor el poco dinero que consiguen trabajando de cualquier cosa se lo envían a su familia. Entonces las familias aquí lo que reciben es: 'Vale, cuéntame lo que quieras, pero a mí me está llegando esto y mi hijo o mi hija está allí'”.