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Juanjo Ramos: “El presente del Tenerife es Mel con sus jugadores; el futuro es sin Garrido”
El entorno del conjunto blanquiazul se agarra a la figura del entrenador para salvar una situación delicada
Tenerife - Publicado el
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Un lunes feliz, por fin, después de muchas semanas de tropiezos, contratiempos y un encanallamiento de la situación institucional en el CD Tenerife que amenazaba con llevarse al club por delante. Amenazaba y amenaza. Porque, no nos engañemos, el peligro sigue ahí. Porque José Miguel Garrido sigue empeñado en vender al mejor precio posible. En ocultarnos negociaciones, en hacernos creer que vivimos en una realidad paralela, cuando el único que vive fuera de la realidad es él.
Por eso, hizo bien el Heliodoro en recordárselo el pasado sábado. Cuando ya el partido estaba decidido, con 2-0 y los puntos atados, lanzó un atronador mensaje al palco, bueno, más bien hacia Londres o donde quiera que esté el máximo accionista.
La gente lo tiene claro. Lo importante, en el presente, es el equipo. Pero el futuro tiene que pasar por la salida de Garrido. Haría bien él y harían bien los miembros del sindicato de accionistas en entenderlo y, respetando su derecho a obtener beneficios en la operación o al menos a no perder dinero, aceptar que conviene una salida cuanto antes para esta situación. Y esa salida, a día de hoy, se llama Rayco García Cabrera.
Mientras, le toca a Pepe Mel y a sus jugadores mantener a flote el barco. Dieron un primer paso el pasado sábado. El compromiso de los jugadores, valientes aceptando la propuesta de su entrenador y dando un paso adelante dentro del campo para poner el 120%, vino precedido por un golpe de realidad del técnico. ¿Qué tengo? ¿Y como que tengo, a qué puedo jugar?.
Pero prohibido pensar más allá del viernes: siguiente estación el Real Zaragoza. Ganar significaría acercarse a los puestos que dan derecho a la salvación. Ver las cosas en un tono más optimista. Al fin y al cabo, lo del sábado pasado sirve. Pero sobre todo para creer que hay luz al final del túnel. Aunque estemos aún transitando en la oscuridad.