La Palma pide a San Miguel por los "ángeles con presencia humana"

La Palma celebró este 29 de septiembre la fiesta de San Miguel Arcángel, patrón de la isla y de Tazacorte, con una solemne Eucaristía en la parroquia homónima del casco histórico de la Villa y Puerto. Las circustancias han hecho que, el día del patrón, la isla y Tazacorte estén viendo cómo se agranda su territorio por la llegada de la lava al mar a través de la playa de Los Guirres.

Tras la proclamación del Evangelio, el vicario episcopal, Ángel Luis Pérez, leyó un mensaje del obispo dirigido, especialmente, a todos los bagañetes y palmeros en general, a los que siempre lleva en su corazón, tal y como afirma en el referido saludo.

Posteriormente, el párroco de San Francisco de Asís, Óscar Guerra, destacó en su homilía que esta celebración, en medio de la situación tan difícil que vive La Palma con la erupción del volcán, hace mirar el futuro de una forma esperanzada y trascendente: "Los senderos de la vida unas veces son fáciles de recorrer, pero en otras ocasiones son tortuosos y difíciles. Por lo tanto, miremos a esa meta definitiva que es Dios. Los santos ángeles y arcángeles nos regalan la certeza de que Él está ahí, acompañándonos en el camino". Añadió que estos días estamos viendo "ángeles callados con presencia humana que gastan su vida en favor de los más necesitados".

En otro momento de su homilía, Guerra expresó que "a San Miguel le pedimos, en estos momentos, que nos abra posibilidades nuevas". "Cuando todo parece de color ceniza y nos abruma el futuro, la fe abrirá en nuestro corazón posibilidades a una nueva creación. Con la fe, la oscuridad irá dando paso a la luz divina. Ante el futuro incierto, con la gracia de Dios, vamos a crecernos. La Iglesia siempre va a estar caminando unida, con la protección de los ángeles y de María de las Nieves, para vencer esta adversidad", aseguró.

Por último, Guerra invitó a todos a estar abiertos a la acción del Espíritu: "Que San Miguel Arcángel nos conceda fidelidad para nosotros también proteger a los más débiles. Que San Rafael Arcángel, medicina de Dios y compañero de camino, sea para nosotros motivo de consuelo y esperanza. Y que San Gabriel Arcángel, portador de las buenas nuevas de Dios, nos haga ser anunciadores de esperanza que llegue a todos aquellos que han perdido la luz de sus vidas. Esa luz definitiva y cierta de que Dios no nos da la espalda".