El Cabildo de Tenerife presenta su operativo antiincendios

El verano preocupa, y mucho, a la población de Tenerife, que ya vio como el año pasado se produjo durante el mes de agosto un incendio que afectó a varios municipios de la isla y que trajo consigo la incertidumbre de varios vecinos que se preocuparon por perder sus viviendas. En esta ocasión, el Cabildo Insular ha tenido una previsión notoria sobre la dificultad de cara a controlar los futuros conatos, que contarán con la peligrosidad extra de que los embalses de agua estarán más vacíos que nunca.

La consejera de Medio Natural, Sostenibilidad y Seguridad y Emergencias del Cabildo de Tenerife, Blanca Pérez, presentaba durante la mañana de este lunes el operativo antiincendios que contará con un aumento de equipos técnicos, vehículos más pequeños y un dispositivo de 600 trabajadores pertenecientes al cuerpo de Bomberos de Tenerife, Brifor y del Parque Nacional de El Teide.

A pesar de contar con un mayor número de medios, poco se podrá hacer sin la concienciación ciudadana. Afirmaba la consejera en Herrera en COPE Tenerife que muy raramente se producen incendios de manera natural y que lo más común sea por algún fallo humano. Sin ir más lejos, hace unos días se alertaba de un incendio cercano a la carretera del Parque Nacional de El Teide que se extinguió rápidamente, pero dejando a su paso un par de zarzas y otro tipo de vegetación chamuscadas debido a una colilla que se tiró a través de la ventana de un vehículo.

Precisamente por estos actos de irresponsabilidad ciudadana es por lo que se pretende poner el foco en que la concienciación de cara a este verano. La falta de lluvias ha provocado que existan unas reservas en embalses y presas que, en algunos casos, cuentan con una capacidad cercana al 10%. Otro de los recursos con los que contarán los medios de extinción es utilizar el agua del mar con los helicópteros e hidroaviones en el caso de ocurrir una desgracia, aunque ello signifique el camino más largo hasta este recurso, dificultando su inmediatez.

Entre las medidas que se pretende implantar, está la prohibición de fumar en espacios naturales cuando hay alerta por riesgo de incendios. Una propuesta que visto lo visto, será eficaz, teniendo en cuenta la irresponsabilidad de muchos que tiran las colillas al suelo sin importarles las consecuencias de ensuciar el entorno y mucho menos destrozarlo si ese cigarro sigue encendido.