Un catedrático de Ecología de la ULL desmiente que sea negacionista del cambio climático

El streamer Jordi Wild organizó un debate en su canal de YouTube, en el que dos expertos hablaban sobre el cambio climático. Uno de ellos, catedrático de Ecología de la Universidad de La Laguna, Jose Ramón Arévalo, que ha despertado titulares que lo catalogaban de negacionista, y que en los micrófonos de Herrera en COPE Tenerife, ha tenido la oportunidad de aclarar su postura.

De hecho, la propia Universidad de La Laguna, se desmarcó oficialmente de las opiniones vertidas en el pódcast, afirmando que son exclusivamente personales y que para nada representan la opinión de la institución. Una postura que requiere de varios matices para destacar que el profesor no se declara negacionista. De hecho, su postura fue clara y en ningún momento iba representando a la universidad que, por cierto, está alineada con los objetivos de desarrollo sostenible. "Evito nombrar la institución porque voy a título personal a un programa de entretenimiento".

Para aclarar el asunto, José Ramón dejó claro que su negacionismo es a que la actividad humana sea la única culpable del cambio climático a nivel global. Al igual que se niega a que no se tenga en cuenta que la actividad solar está influyendo en este cambio al que está sometido el planeta. Es decir, se tiene conocimiento por parte de la población de la idea principal, pero se obvian las otras posibles causas. Al igual que desde su punto de vista, hay que ser muy críticos con las soluciones que se le quieren dar al problema.

El revuelo generado por el pódcast de Jordi Wild, lo encumbró como un referente del negacionismo, cuando realmente no es así. "Mi único error era no conocer muy bien como funcionan las redes sociales", provocando una jauría de comentarios que en algunos casos profirieron amenazas contra él y su familia, y que, incluso, una especie de tribunales populares (refiriéndose a usuarios de las redes sociales) pidieron su expulsión de la ULL.

Sobre si es necesario reducir las emisiones de CO2, el catedrático afirma que deberían plantearse el objetivo de investigar cómo pueden optimizarse los combustibles fósiles en lo que llega la tecnología para plantear el cambio a las energías limpias que son costosas y también generan su huella de carbono. A su vez, considera clave la capacidad de adaptación que tenga la sociedad en cuanto a los fenómenos adversos como puede ser la subida del nivel del mar.