La dura cara de la pobreza y la falta de vivienda en Canarias: “He pedido varias ayudas, y solo me dan largas y más largas”

La crisis habitacional que se vive en Canarias, tiene múltiples caras. Desde casos mediáticos de 'okupación' hasta la multitud de trabajadores del sector turístico, que a pesar de tener una nómina y un trabajo fijo, no pueden acceder a una vivienda digna, muchas han sido las denuncias que hemos recibido en la redacción de COPE Canarias. Un problema, que, lejos de ser puntual, se ha convertido en estructural, condicionando la vida de miles de canarios, que ven cómo, a pesar de los récords de llegada de turistas, y de facturación de la industria turística, su poder adquisitivo no es suficiente para tener un proyecto de vida estable.

Pero más allá de las frías cifras, este problema tiene nombre y apellidos, y es ahí donde la sociedad debe poner el foco, en las personas que sufren esta situación hasta límites que nada tienen que ver con la verdadera justicia social. Personas que forman parte de ese amplio (mucho más de lo deseable) grupo de personas en Canarias que están en riesgo de exclusión o pobreza, y que son el 33% de los habitantes de este archipiélago atlántico. Y este es el caso de Walter Fabián. Argentino de nacimiento, llegó a Canarias hace tres décadas, recalando en primer término en la isla de Fuerteventura, para posteriormente, llegar al destino turístico más pujante de las islas, Tenerife Sur.

malviviendo en una caravana destartalada

Curtido en las cocinas de varios hoteles de los municipios de Arona y Adeje, nuestro protagonista dejó los mejores años de su vida en el sector que da de comer a muchos canarios trabajando duro, pero ahora, pasa por una situación extremadamente complicada. Víctima de la precariedad laboral, el duro golpe de un diagnóstico de cáncer de colon, le apartó de la posibilidad de tener un trabajo estable, y está condenado a no tener acceso a una vivienda digna. Y la principal consecuencia es que malvive en una caravana destartalada, en el último escalón de las infraviviendas, sin apenas medios económicos para subsistir, junto al estadio Antonio Domínguez de Los Cristianos.

Pero la principal denuncia de de Walter, es que pese a haber solicitado varias ayudas, a las que afirma tener derecho, ninguna institución le da una solución. Ni la ayuda por extrema necesidad por situación de vulnerabilidad, ni la prestación canaria de inserción, a pesar de la mediación de una trabajadora social que depende de los servicios sociales del Ayuntamiento de Arona.

las instituciones dan largas y más largas 

Eso sí, el protagonista de esta triste historia, confiesa su inmenso agradecimiento al “Rotary Club, al cura de Los Cristianos, y a Caritás Diocesana, que de vez en cuando me traen comida y agua, en incluso me han conseguido una nevera”. Aún así Walter se confiesa, “desesperado, porque todo lo que recibo de las instituciones son largas y más largas”. En ese contexto, añade que, “no hay nadie ni te dan una respuesta, yo solo quiero una solución y una vez que este bien de salud volver a trabajar, no pido nada que no me corresponda porque yo solo quiero volver a trabajar”.

Ayer no comí nada, y hoy tampoco, y he estado hasta pensando en vender el móvil para por lo menos, poder hacer una pequeña compra"

Walter Fabián

Si situación llega hasta el punto de que “ayer no comí nada, y hoy tampoco, y he estado hasta pensando en vender el móvil para por lo menos, poder hacer una pequeña compra en el supermercado”. Por lo menos, confiesa que “los medicamentos, gracias a Dios, que me cuestan cero euros, pero es que ya las pastillas para dormir ni siquiera me hacen nada por los dolores que tengo y las lagrimas corren por mi rostro”.