AGRICULTURA
Los agricultores de Tenerife, preocupados por las restricciones de agua: "Estoy desmoralizada"
Sin el agua necesaria para regar el campo y con las condiciones de sequía actuales, cada vez es más complicado cultivar
Tenerife - Publicado el - Actualizado
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La situación de sequía extrema de larga duración que afecta a Tenerife, unida a la crisis de emergencia hídrica, ha afectado a las reservas de agua de riego de BALTEN, que se encuentran en mínimos históricos, provocando que, por parte del Cabildo, se hayan tomado medidas para el ahorro de agua que afectan a varias zonas de medianías y que pone el foco en el próximo verano, cuando se espera que las restricciones sean aún mayores
Herrera en COPE Tenerife se interesó por cómo afecta al sector agrario estas medidas. Antonio López, gerente de ASOCAN, lamentó las fechas en la que llegan estas restricciones, ya que es el momento crucial de las flores para el Día de la Madre, las Fiestas de Mayo en Santa Cruz, fiestas populares con alfombras florales, comuniones, bodas; y con un ojo en el horizonte cuando sea la siembra de la Flor de Pascua. Un momento, cuanto menos delicado, que se verá aún más agravado en esta ocasión después de sufrir la sequía desde el año pasado.
La esperanza de Antonio es que estas medidas sean excepcionales para mantener el nivel del agua de las balsas. Aunque echa en falta un mayor apoyo por parte del Cabildo insular, que podría aportar más desoladoras para sobrellevar la situación, al igual que reclama soluciones como la regeneración de agua: "Con los recursos actuales y con lo que tenemos sobre la mesa no llegamos al verano". Unas declaraciones que representan la preocupación de los agricultores, que ya vieron como el año pasado, se perdió la mayor parte de la cosecha de la papa y que provocó una subida de los precios hasta que se pudo importar desde países terceros.
Otra persona que espera un futuro complicado en el sector es Marisol de Armas, agricultora de hortalizas en Tegueste: "No entiendo como se ha podido llegar a esto... han venido subvenciones para recoger agua y los ayuntamientos pasan de todo un kilo". En su opinión, es como si interesara más que se importara los productos de fuera que la producción local.
La situación de sequía ha motivado que sus cultivos tengan que ser replantados en varias ocasiones, como la habichuela, que no crece sin agua. Un ejemplo que le hace preguntarse qué sentido tiene que le den ayudas económicas si no le suministran agua: "ahora mismo, si fuera por mí, tiraba la toalla, pero no puedo porque tengo una subvención".
María afirma sentirse desmoralizada, a pesar de que le gusta su trabajo. Diferentes problemas han provocado que desde el sector surjan dudas sobre el futuro de la agricultura, que está viviendo sin una de sus materias primas más importantes, con unas ayudas que no les sirven y con un relevo generacional que no tienen asegurado.