Paredes manchadas de sangre, camas oxidadas y bandejas sucias: El dantesco escenario que se ha encontrado una paciente en el Hospital de Norte de Tenerife

Es un tema recurrente. Son numerosos los oyentes de COPE Canarias que en los últimos meses se ha puesto en contacto con nuestra redacción para formular denuncias que tienen que ver con el mal funcionamiento de la sanidad publica en las islas. Desde las demoras para ser recibido por el médico de cabecera en un centro de salud, hasta las listas de espera quirúrgicas, pasando, y muy especialmente, por las enormes carencias de los servicios de urgencias de los grandes hospitales de tercer nivel. Y entre ellos, las miradas acusadoras se dirigen a uno especialmente, el Hospital Universitario de Canarias en Tenerife, que después de 50 años desde su inauguración, se ha quedado completamente desfasado, en incapaz de dar un servicio digno a los habitantes del norte de Tenerife y de la isla de La Palma.

Son muchas las historias que hemos contado, desde el paciente que tras sufrir un ictus, tuvo que estar dos días en un sillón de urgencias, hasta el que denunció que la barandilla de la terraza de su habitación estaba suelta con el consiguiente riesgo de caer al vacío. O el paciente de Icod de los Vinos, al que le dieron cita para una ecografía para dentro de dos años, o el que tardó 11 horas en ser atendido en Urgencias del HUC.

"sillas manchadas y mobiliario oxidado"

Pero en esta ocasión, toca hablar de un centro dependiente del Hospital Universitario, nacido precisamente para descongestionar la situación de colapso que vive este centro hospitalario. Hablamos del Hospital del Norte, un hospital comarcal inaugurado en 2012, y que todavía tiene demasiadas carencias en cuanto a servicios y medios, lo que hace que la calificación de hospital, sea algo “generosa”.

En Herrera en COPE Tenerife, Juan, ha denunciado la dantesca situación en la que se ha encontrado su suegra, al ingresar en la segunda planta del Hospital del Norte. El relato es escalofriante: “Nos hemos encontrado paredes y sillas manchadas de sangre y de Betadine, las tapas de los enchufes sueltas, y mobiliario oxidado”, explica Juan, añadiendo “que los aparatos de tomar la tensión están también oxidados y manchados y algunos pegados con esparadrapo, y los timbres de las habitaciones para llamar a las enfermeras no funcionan”.

ocurre en varias habitaciones

La falta de mantenimiento parece evidente en todas las habitaciones, y es que, tal y como sigue especificando Juan, hay “camas oxidadas, la mesa donde te ponen la comida está reventada, y la bandeja donde ponen la comida también reventada”.

El hecho es que todo esto, no solo ocurre en la habitación de la suegra de Juan, porque tal y como explica, “hemos ido a las habitaciones contiguas a la de mi suegra y están igual”.

hay camas oxidadas, la mesa donde te ponen la comida está reventada, y la bandeja donde ponen la comida también reventada”.

Juan

yerno de una paciente ingresada

Pero los problemas, tal y como denuncia nuestro protagonista, afectan igualmente a las zonas comunes, y es que “el ascensor parece que tiene 40 años, porque hace un ruido enorme y a puerta no cierra completa”,y además, “el display está aguantado con esparadrapo, vamos, que el mantenimiento es cero”.