Los vecinos de un barrio de Tenerife, ante el ensanche de la Autopista Norte: "Han traicionado a mi barrio"

Los vecinos del barrio de La Luz, en Tacoronte, piden al Gobierno de Canarias que contemple el soterramiento de la Autopista del Norte, la TF-5, para evitar la expropiación de sus viviendas por el ensanche de la vía prevista para construir el tercer carril.

El 7 de junio acabó el periodo de exposición pública del proyecto. Varias asociaciones vecinales reclamaron el mismo día de finalización que ampliaran dos meses el plazo para presentar las alegaciones con los nuevos responsables de las Administraciones públicas. No entienden que la problemática de la curva de El Sauzal se solucione con la construcción de un túnel y que la variante de La Laguna por detrás del aeropuerto sea mayormente soterrada.

Juan Manuel regenta el Bar Miguel, un negocio literalmente pegado a la autopista. Desde la entrada de su local puede verse en una casa aledaña un enorme cartel: “PSOE, Cs, CC y PP del Cabildo han traicionado a mi barrio y a mi municipio. Sí, al tercer carril, pero con otro proyecto”.

En declaraciones a La Mañana en Tenerife, Juan Manuel denuncia que muchos vecinos no han recibido carta alguna que les comunique la expropiación, pero que conocían la situación a través de la prensa. A través de la página web de Obras Públicas del Gobierno de Canarias, los propietarios afectados pueden ver la tasación de su vivienda mediante un código personal.

El serio aviso de que podrían perder su vivienda no es nada nuevo. Juan Manuel lleva ejerciendo su profesión en la zona desde hace 36 años, y nos contó los detalles más controvertidos de la autopista desde su creación. En las paredes de su local se aprecian unas fotos colgadas de los años 70 donde podía verse un detalle muy llamativo, y es que había un puente con andamios cuyo suelo eran tablones de madera.

Conocedor de los detalles de la época, Juan Manuel afirma que en ese puente faltaban tablones de madera y que la gente optó por cruzar la autopista porque era el método más seguro. Esta acción temeraria provocó accidentes que acabó con la vida de varias personas, por lo que ese tramo de la vía pasó a llamarse “el camino de la muerte”. En la actualidad, ese acceso a la autopista no existe y para facilitar el tránsito de sus vecinos, hay un estrecho túnel que conecta el barrio de La Luz con Los Naranjeros.

La situación llega a tal nivel que un vecino ha tenido que ser expropiado en hasta dos ocasiones de su domicilio porque, en el momento de la creación de la autopista, su casa interrumpía el trazado. La solución fue construir su nuevo hogar un poco más alejado del emplazamiento original. Posteriormente, con la ampliación de la vía, fue expropiado una segunda vez. El proyecto del tercer carril supondría dejar por tercera vez a este vecino de Tacoronte sin su vivienda.