El Racing peca de conformista contra 10 y Romo se defiende: "Si jugáramos 11 contra 0... pero hay un rival"

Lo peor del Racing en A Malata no fueron las pocas ocasiones de peligro creadas para sumar la primera victoria lejos del Sardinero esta temporada; tampoco fue el clamoroso desajuste defensivo que provocó el tanto del exverdiblanco David Rodríguez... Lo peor fue ver cómo con un jugador más sobre el césped los últimos 30 minutos, el Racing no fue valiente y decidido a por la victoria, sino conformista y timorato; daba la sensación de que tanto el técnico (con sus cambios, quitando a Pablo Torre cuando más encerrado iba a estar el Racing de Ferrol y se necesitaba lucidez en los pases interiores a los delanteros) como los jugadores aceptaban el punto como un buen botín.

Antes del partido, 11 contra 11, quizá algún racinguista hubiera firmado el reparto de puntos, pero viendo cómo se desarrolló el choque en el tramo final, con un Racing de Ferrol encerrado atrás con un dibujo 5-4-0, todo el racinguismo daba por hecho que se iba a producir un ataque de orgullo y de ambición en su equipo, un puñetazo en la mesa que le hiciera ganar y encaramarse a la zona alta de la clasificación, justo antes de iniciar un mes de octubre repleto de partidos (hasta 8 si los cántabros son capaces de superar rondas en la Copa Federación).

ROMO: "COMO BUSCAMOS LA EXCELENCIA... NOS SIGUEN FALTANDO COSAS":

Todos vimos ese conformismo, esa falta de ideas, ese ritmo lento de circulación de balón que hizo que el rival apenas sufriese acercamientos a su área. Todos, menos Romo. Escudado en esa teórica "falta de respeto" al rival, el técnico racinguista afeó a la prensa en A Malata las cuestiones referentes a la poca ambición de sus jugadores: "Hay que tener respeto... Creo que hay veces que se piensa que jugamos solos en el campo. Si jugamos solos y estamos perdiendo contra nosotros mismos, 11 contra 0, entonces entiendo que me preguntes eso. Pero habiendo un rival...".

"¿Estás satisfecho, entonces...?", le cuestionaban acto seguido: "No es una cuestión de satisfacción. Es de momentos que suceden durante los partidos, es una cuestión de ocasiones, es una cuestión de lo que hace el rival, es una cuestión de lo que tú haces y te sale bien o mal... Nosotros no hemos hecho algunas cosas bien y ellos se han dedicado a defender y a parar el partido, y todo eso te va sacando de la dinámica buena". Y ahí llegó lo que desde fuera se percibió como una fina ironía del madrileño aludiendo a la exigencia que se le presupone a todo un Racing... "En líneas generales el equipo ha estado a la altura de la exigencia, pero como buscamos la excelencia, ganar, mejorar, jugar bien.... Nos siguen faltando determinadas cosas que necesitamos conseguir".