"Aquella noche, al entrar en casa, sentí un latigazo enorme"
Silvia Gómez Ríos recuerda el día en que ETA asesinó a sus padres
Madrid - Publicado el
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Se cumplen 29 años del atentado más brutal cometido por la organización terrorista ETA en Cantabria. Aquel 19 de febrero de 1992, los terroristas hicieron estallar un coche bomba al paso de un furgón policial en la rotonda de La Albericia en Santander. La explosión causó una veintena de heridos y tres muertos: Antonio Ricondo y el matrimonio formado por Eutimio Gómez y Julia Ríos. Eutimio y Julia tenían dos hijos de 16 y 18 años de edad que quedaron huérfanos aquella tarde.
"Llegar a casa fue como un latigazo. Nada más entrar, una vecina me hizo pasar a su domicilio donde ya estaba mi hermano Jesús que me preguntaba que había pasado. Yo no sabía que contestarle” cuenta Silvia, la hija mayor del matrimonio asesinado.
En aquellos años, el depósito de cadáveres se ubicaba en el hospital Marqués de Valdecilla y allí llevaron a los dos hijos de Eutimio y Julia. “Me bajaron al depósito y con cuenta gotas me dijeron que mi padre había muerto. Yo preguntaba por mi madre y me respondían: también. Pero también qué, preguntaba yo”
La muerte de los padres de Silvia y Jesús provocó también la separación temporal de los hermanos. Uno de ellos se tuvo que marchar a vivir a casa de un hermano del padre y la otra a casa de una hermana de la madre. La separación no duró mucho porque en cuanto Silvia pudo, “ no creía nadie que fuera a ser capaz”, volvió a casa de sus padres con su hermano. Silvia y Jesús estuvieron desde entonces siempre juntos hasta que Jesús perdió la vida en un accidente de tráfico. “ Otro duro golpe de la vida” dice Silvia en esta entrevista.
La hija de Eutimio y Julia recuerda también con horror el día que se enteró que el autor del atentado,en el que murieron sus padres,iba a ser entrevistado en la televisión”. Cuando le preguntaron por sus nombres y no los sabía, volví a sentir un dolor inmenso” Dolor que Silvia también siente al ver como el Gobierno blanquea y legitima a quienes siempre han apoyado a los terroristas.“ No puedo imaginarme lo que tienen que sentir tantas víctimas socialistas asesinadas por defender unos ideales y que ahora sus dirigentes les estén traicionando”.
Alo largo de sus 50 años de actividad terrorista, ETA causó más de 850 muertos, miles de heridos y decenas de miles de damnificados