Cinco atardeceres únicos en Santander

La singularidad geográfica de Santander hace de ella un espectáculo visual sin parangón durante las veinticuatro horas del día, pero todos sabemos que las luces y colores que traen consigo el ocaso, convierten cualquier lugar en un increíble paisaje que se va transformando hasta que se acaba el día. Estos son cinco atardeceres que no te puedes perder.

También conocido como Faro de Bellavista situado al norte de la ciudad en la localidad de Cueto, muy cerca de la playa de Mataleñas. Su imponente silueta junto a los escarpados acantilados que lo sostienen hacen del lugar uno de los más icónicos de Santander.

Esta recóndita cala se encuentra en la localidad de Monte, es uno de los secretos mejor guardados de toda la Costa Quebrada, muy cerca del instituto Español de Oceanografía, a diez minutos de la playa de la Maruca.

Posiblemente el lugar más visitado del centro de la ciudad, que en el 2017 acompañó con un centro dedicado a la cultura y el arte diseñado por el arquitecto Renzo Piano. El cruce de este edificio con el parque y la bahía de fondo, hacen de este uno de los atardeceres más únicos que puedes encontrar.

La que durante casi veinte años fue la residencia de verano del Rey Alfonso XIII es a día de hoy uno de los lugares más especiales de la ciudad, cuenta con dos playas colindantes que son la playa de la Magdalena y la de los Bikinis, aunque el punto de mayor esplendor para contemplar el atardecer se encuentra al final de la península, frente a la isla de Mouro junto al Palacio de la Magdalena.

Situado en pleno corazón del Sardinero haciendo de separación entre sus dos playas La Primera y la Segunda, es un lugar que nos permite contemplar una increíble vista panorámica que va desde la punta de Cabo Menor hasta la península de la Magdalena.