Los colegios de Albacete se vuelcan en ayudar a Ucrania

Desde que hace algo más de dos semanas comenzara la guerra por la invasión de Rusia en Ucrania, son muchos los ejemplos de personas, asociaciones o entidades que han reaccionado ante la emergencia que esto supone.

Hay gestos como el que aquí contábamos este jueves del actor y cómico Francis Zafrilla que con su furgoneta ha trasladado a dos familias desde la frontera ucraniana con Polonia hasta Albacete. Esta semana también hemos contado cómo desde Chinchilla de Montearagón o de La Felipa se han cargado furgonetas o camiones para llevar ayuda.

Pero como no todos podemos o llegamos a lo que estas personas valientes han hecho, entendemos que pasar a la acción es colaborar en las colectas de material, especialmente sanitario o para la infancia, que se han pedido desde ONGs, Asociaciones o en algunos colegios.

Aunque hay muchos que lo están haciendo según nos cuentan, nosotros nos hemos acercado a dos. En primer lugar al Colegio Dominicas de la calle Salamanca, que este jueves dejó pequeña una furgoneta que el sacerdote ucraniano Yuriy Vynnyk, muy implicado como resulta lógico, recogió para trasladar la próxima semana a Valencia.

La acción solidaria partió de la dirección del propio colegio que, junto a la Asociación de Madres y Padres de Alumnos, ha permitido, en muy pocos días, colmar y hasta superar las expectativas iniciales. La directora de Dominicas, María Bella Lozano, mostraba su satisfacción por la respuesta del alumnado e indicaba que "este tipo de cosas van más allá de la educación que se imparte en el colegio. Son valores y como un centro de orientación cristiana, no podemos estar más satisfechos".

También en María Inmaculada

No menos satisfechos están en el Colegio María Inmaculada, en pleno centro de Albacete. En este centro, la petición se hizo también de forma rápida y hasta el pasado miércoles fueron llegando todas las aportaciones que como se puede observar en este vídeo el pasado jueves eran cargados para ser llevados al destino cuanto antes.

Las personas actúan mientras los políticos piensan y hablan. Y si por medio hay niños y niñas, esta afirmación queda aún más patente porque ellos y ellas no alcanzan a comprender las acciones injustas.