Una de las exalumnas del profesor acusado de abusos niega que las relaciones fueran consentidas

Una de las exalumnas del profesor del Conservatorio de Cuenca acusado de abusos sexuales ha afirmado que las relaciones que mantuvieron, tal y como reconoció el propio acusado, pero ha dicho que éstas comenzaron cuando ella era menor de edad, que ni siquiera había cumplido 17 años, y niega que fueran consentidas, sino que ella estaba "en shock, paralizada" e incapaz de verbalizar una negativa.

A.H.T. es una de los ocho denunciantes que se han agrupado bajo una acusación particular y han denunciado agresiones o abusos sexuales, delitos contra la intimidad sexual o contra la integridad moral por parte de su profesor de piano, J.M.M.T. cuando les daba clases en el Conservatorio "Pedro Aranaz" de Cuenca. 

Aunque en su declaración, el acusado aseguró que mantuvieron relaciones sexuales cuando A. era mayor de edad y que fue algo "consentido e iniciado por ella", la joven lo ha negado y ha asegurado que cuando sucedió sintió "asco y terror". 

Fue alumna del acusado desde 2001, cuando contaba con nueve años, hasta 2011, y ha relatado que a partir de 2008 él le empezó a pedir fotos, alguna en ropa interior, y que ella no se negó por miedo, porque "le tenía miedo", y que se lo sigue teniendo.

Ha explicado que la primera vez que ocurrió fue en casa del acusado, donde iba a recibir clases de refuerzo, y que fue a iniciativa de él. 

Asimismo, ha añadido que sintió "asco" de ella misma y que tendía a culpabilizarse porque "como tenía las fotos" pensaba que se lo "había buscado" y por ello, optó por guardárselo para ella y que "pasase rápido", aunque también ha admitido que durante ese período vomitaba y lloraba "muchísimo".

Durante su declaración, A.H.T. ha manifestado que no se lo contó a nadie por "vergüenza" y que se sentía "miserable", por lo cual decidió no denunciar. 

Ha relatado que a través de un profesor que declaró en la primera jornada, se enteró de que había otras chicas en situación similar y ha manifestado entre sollozos que pensó que "si esas personas hubieran denunciado", a ella no le habría pasado, por lo que se decidió a denunciar, "aunque sea una mierda".

La madre de A.H.T. ha declarado también en el juicio que no se enteraron de ello hasta unos años después, y ha asegurado que el acusado "tejía una tela de araña, era como una secta" para impedir que trascendiese lo que sucedía en clase. 

De los ocho denunciantes, en esta segunda jornada han declarado seis, ya que uno está eximido de prestar declaración al haber presentado un certificado médico alegando una depresión.

Todos han coincidido en señalar a J.M.M.T. como una persona agresiva en las clases, que se enfadaba con frecuencia, daba golpes al mobiliario y en ocasiones les empujaba a ellos y que les trasladaba constantemente que él era "el mejor profesor" y la única oportunidad que tenían si querían abrirse camino en el mundo del piano, lo que establecía, a decir de varios de ellos, una relación de "dependencia" pese a las "humillaciones" a las que se sentían sometidos.

La mayoría empezó alrededor de los nueve años a dar clase con el acusado y prosiguió hasta la adolescencia o hasta concluir sus estudios en el Conservatorio, y cuando la defensa ha inquirido a uno de los denunciantes por qué habían seguido dando clase y acudido a las actividades de verano si todo ello era voluntario, éste le ha replicado: “Acuérdese de que yo era menor de edad".

De los ocho denunciantes hay seis chicas, que han asegurado que les hacía comentarios con connotaciones sexuales, cuestionaba su ropa o llegó a desabrocharle el botón de la camisa a una de ellas, y a bajarle la cremallera de la camiseta a otra.

En esta segunda sesión han declarado entre otros la agente de la Policía Nacional que elaboró el atestado que llevó a la detención de J.M.M.T., tras la denuncia presentada por A.H.T. en 2015 y más de dos meses de investigación, así como el director desde 2017 del Conservatorio, que apenas llegó a coincidir un año como profesor con el acusado, y que ha explicado que en último año y medio se han instalado ventanales en todas las aulas "por seguridad" y a petición de varios padres de alumnos.