David Hernández: "Desescombramos a un matrimonio que estaban abrazados y eso para mí no tiene precio"
El bombero de Guadalajara y el perro 'Vito' han regresado de Turquía tras una semana de duras y dificultosas labores de rescate en la zona devastada por el terremoto
Guadalajara - Publicado el - Actualizado
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El bombero de Guadalajara David Hernández y el pastor alemán Vito, ya han regresado de Turquía.
Ambos integrantes de la Unidad Canina de Rescate de Guadalajara K9 han pasado una semana en la zona devastada por el terremoto de 7,8 en la escala de Richter que sacudió el pasado 6 de febrero el sudeste de Turquía y el norte de Siria, al haber sido movilizados por el Grupo Internacional de Rescate ante Catástrofes Naturales (GIRECAN) al que pertenecen.
(Momento de presentación de la Unidad Canina k9 el 12 de marzo de 2021)
Aunque con la satisfacción de haber salvado vidas y la necesidad imperiosa de abrazar a su mujer embarazada, el regreso a casa no está siendo fácil para David estos días, porque "intentas hacer tu vida normal, pero sigues con la cabeza allí y el cuerpo te pide llorar pero no te salen las lágrimas, no puedes romper toda esa emoción; estás en shock".
No es de extrañar, porque por mucho que el bombero guadalajareño hubiera ido a Turquía "sabiendo que ha ocurrido un desastre", cuando llegaron al terreno "ves que es algo devastador, terrorífico".
De hecho, en la memoria de David ha quedado grabada la panorámica desoladora de Islahiye, donde "probablemente el 60 ó 70 por ciento de las edificaciones están colapsadas y el cien por cien de las restantes están inhabitables, así que imagínate a millones de familias sin un hogar, sin un techo, con condiciones extremas como las temperaturas de menos 6 ó menos 4 grados".
Sin embargo, a pesar de que la cruda realidad ha superado con creces a la imaginación más agorera, para este miembro español del GIRECAN también pesa la sensación reconfortante de haber sentido muy de cerca el agradecimiento de los habitantes de la zona.
"La gente nos daba las gracias, nos paraban por la calle y nos abrazaban, porque, al final, son realistas y decían que si estaba el familiar vivo, perfecto, y ojalá, pero si no, querían que desescombráramos y sacáramos a su familiar para poder hacerle un duelo", señala con la voz entrecortada por la emoción, especialmente cuando recuerda el momento en el que desescombraron "a un matrimonio que estaban abrazados, y eso para mí no tiene precio".
Por eso, lo definitivamente "gratificante" de la experiencia de David Hernández es "que, después de todos estos años de entrenos, de trabajo y de sacrificios, al final todo merece la pena por todas esas personas a las que puedes ayudar y salvar".
Una labor de rescate a miles de kilómetros de casa que, tal como asegura, no habría sido posible sin la colaboración esencial de Vito a pie de escombro, un trabajo que califica de "espectacular: pudo detectar a dos personas y, junto con otro equipo, se les pudo sacar con vida".
"Estoy super orgulloso de él y del trabajo que ha hecho", subraya el que, por cierto, es uno de los tres únicos bomberos de España que cuentan con el Título de Guía Canino de Búsqueda y Rescate de la Escuela Cinológica del Centro Militar de Veterinaria de la Defensa, otorgado y homologado por el Ministerio de Defensa.
Y, sin duda, la intervención en Turquía no solo no ha mermado la vocación humanitaria de David sino que le ha hecho aumentar "las ganas de seguir, aprender y continuar creciendo como profesional y como persona", además de haberle supuesto una gran lección de vida, que no es otra que la de valorar "el día a día de todo lo que nos rodea".