Manuel Corral: "El miedo siempre está, pero hay que afrontarlo y disimularlo"
El recortador de Brihuega, junto con Marcos Abad, de Centenera, aspiran a convertirse en campeones de España este domingo en la plaza de toros de Castellón
Guadalajara - Publicado el - Actualizado
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A sus 26 años, Manuel Corral podría convertirse en campeón de España de recortes este domingo 5 de noviembre en la plaza de toros de Castellón. Este briocense y Marcos Abad, de Centenera, son los dos recortadores de la provincia de Guadalajara que han conseguido un puesto en esa gran final para batirse con otros 13 especialistas en recortes, quiebros y saltos de todo el país.
"Hemos tenido que pasar varias eliminatorias para llegar hasta aquí: la primera fue en septiembre en Guadalajara, en la que quedé el 2º, y luego tuvimos que ir a las Ventas a clasificarnos otra vez", explica Corral, expresando su deseo de que llegue ya el día para vivirlo "con mucha ilusión", ya que estar en el Campeonato de España de Recortadores supone para él "un premio a la constancia y al día a día".
Aun con todo, este recortador alcarreño es consciente de que "todo el mundo va a jugársela y ser el mejor en esto en muy complicado", por lo que, en un sector que "hoy en día se ha profesionalizado" y ha ido alcanzando cada año mayor nivel, la clave del éxito está en entrenar duro y de forma constante.
"Quien está ahí es porque entrena", afirma categóricamente, aunque reconociendo que, en algunas ocasiones cabe cierta improvisación, puesto que si "tú vas con una idea de lo que vas a hacer, pero te sale un toro que no te cuadra, no te gusta o no te sirve para lo que tú tenías pensado, tienes que hacer una cosa diferente".
De este modo, el albero castellonero será escenario este domingo del arte de este maestro del festejo popular a nivel provincial, caracterizado por el recorte más puro, porque, tal como aclara, "hay gente a la que le gusta saltar, a la que le gusta hacer quiebros y a mí lo que más me gusta es recortar: cuando te viene el toro, doblarte y que pase".
Sin embargo, el placer y la emoción que llega a sentir Manuel Corral cuando está en acción no consiguen eliminar del todo la inevitable sensación de temor que produce estar frente a "un animal que te puede hacer daño, así que el miedo siempre está ahí, pero hay que afrontarlo y disimularlo".
Y, en cualquier caso, como buen briocense, el joven gladiador no dudará en encomendarse a la patrona de su municipio, la Virgen de la Peña, para que le proteja en la arena, con la certeza de que aún sigue indemne gracias a algún que otro milagro.
"Sustos he tenido muchos; en el campo, una vez, estaba yo en el suelo ya, el toro me iba a coger y, de repente, se paró y no me quiso coger y se fue", recuerda, asegurando que "eso fue que vino Dios y se me apareció".