CÁNCER INFANTIL

La historia de Álvaro, un niño que está superando un linfoma: "Lo dijeron delante de él, lo escuchó"

Un bulto en el cuello fue el primer síntoma de un devastador diagnóstico. Maribel recuerda las palabras del médico "mi hijo tenía un linfoma".

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Álvaro, un valiente de once años, que lucha contra un linfoma

Carmen Rodenas

Toledo - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Con solo 10 años. Esa era la edad que tenía Álvaro cuando esta enfermedad llamó a su puerta. Puede ser lo más injusto del mundo, que un niño sufra tanto cuando aún tiene toda una vida por delante, cuando solo debería pensar en jugar, en vivir, en salir con sus amigos.

Un bulto

Ese fue el primer síntoma que Maribel Castro, la mamá de Álvaro, pudo observar en su hijo "un bulto en el cuello que realmente no le daba ningún tipo de problema y tenía nueve años. Ahí empezaron muchísimas pruebas hasta que, finalmente, decidieron operarle; el bulto que tenía era maligno. Así que de un día para otro la vida te cambia. Estábamos en el Hospital de Ciudad Real y al día siguiente, a las 8 de la mañana, ya estábamos en Toledo haciéndole nuevas pruebas. Una situación muy difícil".

Si no lo has vivido tan de cerca, la primera pregunta que puede venir a tu cabeza es: ¿Cómo es ese momento?, Maribel reconoce que "se te pasa por la cabeza de todo, la primera es cáncer y se sigue pensando, ya menos, pero en muerte. Pero luego imagino que sale fuerza de donde, a lo mejor no pensábamos, ni que la teníamos para decir ¡Vamos a luchar!".

Maribel: "Cuando te dicen que tiene cáncer crees que te mueres, pero es que no, no es así, no te mueres. Al final, el ser humano, por lo que sea, está preparado para sacar fuerzas de donde sea".

Álvaro junto a su madre Maribel en el Hospital

Álvaro supo en todo momento que tenía cáncer. Álvaro estaba presente. Maribel asegura que "fue un poco duro en ese aspecto porque nos lo dijeron delante de él. Estábamos su padre, Álvaro y yo, y claro, él lo escuchó. Estábamos en Ciudad Real y tuvimos que salir de aquella consulta, coger el coche, volver a casa. Imagínate la situación. Porque cuando te dicen algo así entras en un shock que dices no puede ser verdad lo que me están diciendo. Pero ya cuando llegamos a casa, fue un viaje durísimo. Su padre y yo lo hablamos y dijimos, tenemos que decírselo a Álvaro, sentarle, y esa misma mañana nos sentamos con él tranquilamente en el sofá y se lo explicamos.

¿Y que hizo Álvaro? Con valentía lo aceptó, con una madurez tremenda y así ha llevado todo este proceso, "con muchísima entereza, muchísima valentía y nunca se ha quejado. La verdad es que para mí es un orgullo como madre ver la actitud que ha tenido mi hijo porque nos lo ha puesto muy fácil a su padre, a mí y a toda la familia", nos contaba emocionada Maribel.

El duro tratamiento

Un proceso muy duro para todos, su mamá ha recordado como es "ver cómo tu hijo pasa por eso, ver a tu hijo agarrado a una palancana constantemente porque tiene náuseas, tiene vómitos, ver cómo poco a poco va perdiendo ese pelito... ese momento fue también, es un momento también muy duro. Cómo va cambiando su tono de piel, es que es indescriptible ver cómo tienes que llevarlo en una silla de ruedas a veces porque no tiene fuerzas, bañarlo en una silla adaptada porque es que es increíble, es un tratamiento muy, muy duro por el que pasan".

La superación de Álvaro, que se está recuperando de un linfoma

Nos vamos a queda con lo valiente que ha sido y sigue siendo Álvaro. Contar su historia es un halo de esperanza para aquellos que están pasando o pasarán por este proceso. Maribel quiere transmitir ese mensaje en este día, "es una enfermedad muy dura, pero que hay esperanza. Hay esperanza porque ahí está Álvaro, que después de pasar todo esto que os cuento, se está recuperando muy bien y muy animado a nivel emocional. Y afortunadamente, de momento no tiene ningún tipo de secuelas. Es algo que se revisa constantemente y durante varios años, porque eso es importante también recalcarlo, que es un proceso que no solamente dura ese momento, sino que luego en años posteriores necesita muchísimos controles y además hay niños que tienen secuelas después de estos largos tratamientos de quimio".

Y si eres una madre, padre o familiar que está pasando por este durísimo momento, lee y escucha las palabras de Maribel, quién te entiende perfectamente y que "sé ahora mismo tu mundo se ha derrumbado, pero que tienes fuerzas. Hoy en día hablo con varias madres que están pasando por ese momento y les animo en ese aspecto a decir que los entiendo perfectamente porque es que lo ves todo negro, además la cabeza es muy traicionera, pero que es que al final las fuerzas salen, salen, estamos preparados para ello y hay que ir día a día, o sea, no dejar que la cabeza no vuele, ir día a día y siempre ser muy positivo".

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